La verdad es que no se puede dar crédito a lo que estamos viviendo en los últimos días. Vaya situación tan comprometida a la que hemos llegado por culpa de un señor que actúa por impulsos sin pensar en el daño que puede hacer. O sí.
La situación dantesca de ver y escuchar al sr. Fuset enfrentándose de una forma con muy poca clase a los presidentes de agrupaciones y presidente de la Interagrupación llamándoles -lo que pudimos escuchar claramente y fuimos testigos-, “putos mafiosos” y otras lindezas delante de falleros y falleras, Cortes de Honor y Falleras Mayores -menudo ejemplo para las niñas-, no tiene perdón por mucho que trate de disculparse.
Pero lo que más molesta es que después se nieguen esos insultos que escuchamos, que se ponga como escudo a la Fallera Mayor de Valencia y se trate de enfrentarla con aquellos a los que representa y que fueron quienes la eligieron.
Por supuesto que la Fallera Mayor de Valencia es intocable, eso hemos defendido siempre y seguiremos haciéndolo, pero también debemos protegerla ante posibles manipulaciones. Defenderla, como esta cabecera hizo en el año 2012, año de Sandra y Rocío, cuando algunos de los que hoy tienen poder las insultaban en las mascletaes situados bajo del balcón.
Qué poca memoria tiene el sr. Ribó cuando no recuerda la falta de respeto de algunas personas de su grupo y a la que no dieron demasiada importancia en la entrevista que me concedieron Pilar Soriano y él como consecuencia de mi protesta ante dichas vejaciones, de las que también fui testigo
El respeto también se demuestra no haciendo posar a la fallera mayor cargándosela a la espalda en una foto que después distribuyeron, o dándole besitos continuamente, o maquillando de broma a la infantil. Porque no podemos ver una paja en el ojo ajeno y no una viga en el suyo.
No seamos hipócritas, y menos manipuladores, dejemos que la Fallera Mayor piense por sí misma, porque, entre otras cosas, es adulta, está perfectamente preparada y tiene la racionalidad suficiente para decidir por ella misma sin los “consejos” de nadie.
La Inter representa a todos los falleros, los que la nombraron y por lo tanto son los únicos que pueden velar desinteresadamente por ella. No se puede hablar de politizar la fiesta, porque aquí sabemos bien quien lo está haciendo desde un principio, y es precisamente por ello por lo que hay que censurarles.
La historia de la fiesta se escribe ejercicio a ejercicio. Pasar “per primera vegada” con sombras por culpa de malos consejos y no pensar dos veces cosas sería algo lamentable.
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