El año pasado, a estas mismas alturas, los falleros descansaban tranquilos tras la batalla final del ejercicio con una cremà sin incidentes reseñables. Hoy, un año después, los falleros ejercen un descanso domiciliario obligatorio con la amargura de haber visto sus sueños truncados tras un ejercicio difícil en el que se han ido superando problemas de toda índole.
Y es que parece que fuera una premonición. Primero la crisis de los artesanos falleros, luego los cambios sin lógica en JCF, después el encausamiento judicial del presidente, los problemas puestos a las comisiones falleras como, por ejemplo, el tema de las carpas, y los contratos fallidos a empresas que ni estaban preparadas para cumplir ni se les investigó antes de otorgar.
Con los cambios llegó el desorden y el pasotismo en la cúpula, lo que motivó el descontento del personal que presta sus servicios en ella, y así han sido los resultados. Las ‘gracias’ de uno llevaron al desastre a los demás, lo mismo que el pasotismo fallero del segundo de abordo provocó el ‘caos’, entre otras cosas, en las contrataciones fallidas.
El proceso judicial del presidente a buen seguro que tuvo mucho que ver, puesto que con una carga como la que se le venía encima, y esto es de lógica, poca concentración se puede tener en el control de lo que conlleva un cargo semejante.
Lo hemos dicho por activa y por pasiva. Para nada nos alegramos del calvario que está sufriendo el sr. Fuset, pero lo lógico es que se hubiera retirado en el momento en que se le encausó. Hasta que los ánimos se encresparon, incluidos los de su propia formación política, no hubo forma de hacerlo entender.
Llegó el relevo y casi al mismo tiempo, desgraciadamente, el coronavirus. Poco ha podido hacer el sr. Galiana en esta situación que estamos sufriendo. A él le tocó bailar con la más fea y en vez de disfrutar del nombramiento ha sido todo lo contrario. Siendo como es un gran fallero, a buen seguro que su sufrimiento interno es grande. Pero con el trance también llegó su primera demostración de unión y consenso con el colectivo, lo cual promete bastante.
tiempos de crisis
En estos momentos de crisis sanitaria sin parangón es momento de unión. Hablando de las fallas, es momento de apoyarnos entre todos, porque entre todos volveremos a llevar a la fiesta a lo más alto. Desde Actualidad Fallera seguiremos apoyando a todos los sectores productivos de las Fallas, a sus hacedores y a aquellos que hacen posible que exista la fiesta de las Fallas.
Este es quizá el número más difícil que se ha elaborado en nuestra redacción, la cual ahora está en el domicilio de cada uno de sus miembros. Y ha sido difícil y complicado a nivel emocional. Es la revista cuyo contenido nunca hubiéramos pensado que iba a existir, que íbamos a tener que contar y que llevar al lector.
Gracias. Gracias a todos aquellos que han confiado en nosotros para conseguir llevar este número adelante. Gracias por su fe y su apoyo. Sabemos que son tiempos difíciles, pero estos tiempos pasarán. Así que aquí estaremos para seguir contando con todos, los que están y los que, por circunstancias, no han podido estar.