Las manos artesanas de Agustín y Amaia han creado esta pieza que reúne unas características genuinas y muy especiales. Se trata de un aderezo del siglo XIX que se ha preparado con dos pendientes para poderlo vestir de acuerdo con las dos épocas que suelen nutrir la indumentaria tradicional: los siglos XVIII y XIX. De esta forma, la valiosa elegancia de la obra puede lucirse tanto con uno como con el otro modelo.