La mayor ilusión, el máximo anhelo de Belén, es ser fallera mayor de su comisión, y cada vez que entra por la puerta de Nines de Cotó sueña junto a su madre con la llegada de ese preciado momento en su vida, pensando los colores de los tejidos, trajes y aderezos que elegirán para lucir en un año tan esperado. Pero mientras llega ese momento, Belén va preparando su ajuar con piezas preciosas de increíble valor.
Hortensia Santiago, responsable de la firma de indumentaria, nos explica que «para estas Fallas eligió una seda estrecha en tono de fondo azul magia con 15 colores de trama más el oro como metal. El dibujo, de nombre San David, es idóneo, por su riqueza y estructura, para la confección de un traje del siglo XIX». En estas páginas vemos a Belén lucirlo con jubón de manga larga. «Las manteletas son de tul de algodón, posicionadas en pico y con cinta suelta que se agarra a la joia como se colocaba antaño. La cinta en cintura está trabajada en tablas de a tres», indica Hortensia.
Le acompaña un aderezo apropiado para el tejido y el modelo; un aderezo perlado de racimo y balcón combinado. Resalta al cuello el dije con la inicial de su letra y el tono de las piedras perfectamente engamado.
El conjunto fue elegido todo al máximo detalle, una de las marcas de la casa que, como siempre, caracteriza a Nines de Cotó.
