Image

La historia se remonta al año 2001. El artista Pedro Rodríguez plantó una falla infantil en la Merced donde se establecía un paralelismo entre las artes marciales y "l´art març-ial", las fallas. Vicente Luna era el "sensei", el maestro de aquel arte.
La falla obtuvo el tercer premio y la figura de Luna fue indultada por el colectivo gremial, peor no llegó al museo ya que la figura fue la que eligió la fallera mayor infantil el día de la cremá. Andrea González Morales ha decidido donarla finalmente al Gremio para que esté en el lugar que le corresponde.
A la entrega del ninot asistieron el artista, Pedro Rodríguez, así como el maestro Vicente Luna, acompañado por sus hijas, Mª Pilar y Mª José