Salvador Armengol y Francisco Martínez, sus propietarios pueden estar orgullosos de esa mascletà y guardar su grabación como algo valioso. Mucha gente, entendida en estas cuestiones de la pólvora, afirmaba que era la mejor mascletà que se ha disparado en la plaza del Ayuntamiento. Quizás tengan razón, pero lo cierto es que fue grandiosa.
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En el balcón, como suele ocurrir en esta recta final, lleno de invitados, algunos de relevancia política y otros valencianos llegados desde fuera de nuestras fronteras.
Como caca año, la ONCE dedica un cupón a las fallas, en este año también, de ahí la entrega del pergamino que refleja el recuerdo de esta edición del 2010.
Fotos Sapena/G de Prensa Ayuntamiento de Valencia
