Las carpas falleras fueron motivo de debate y protesta en la asamblea del mes de noviembre. Y es que las 17 comisiones del sector Malvarrosa-Cabanyal-Beteró mostraron, a través de un comunicado, su profundo malestar por culpa de la decisión plasmada en el Bando de Fallas de no autorizar el montaje de carpas el fin de semana del 7 y 8 de marzo.
El presidente de la falla Barrio Beteró, Julián Carabantes, ejerció de portavoz en una queja que incluía cifras referidas al perjuicio económico que esta medida supondrá para muchas comisiones. Asimismo, Carabantes pasaría después a enumerar el conjunto de actos que se dejarían de realizar.
Los presidentes del sector ubicado en el distrito marítimo de la ciudad solicitaron que se recapacitara sobre la decisión de los montajes de carpa y pidieron una votación no vinculante a mano alzada “para que el presidente sepa el sentir nuestro. Estamos ya cansados de la continua presión a la que nos vemos sometidos ante decisiones que, en vez de favorecernos, nos perjudican”, proponiendo sacar las fallas los días 6, 7 y 8 de marzo “y cortar las calles para poder montar las carpas y desarrollar el 100% de nuestras actividades que se llevan preparando todo el año”, concluían.
COMUNICADO DEL SECTOR MALVARROSA-CABANYAL-BETERÓ
El edil de Cultura Festiva, Pere Fuset, se refirió en todo momento a la mesa de diálogo que ha participado en la elaboración del Bando de Fallas y en la que se encontraban representadas las Fallas a través de diferentes organizaciones y estamentos. Subrayó las bondades del acuerdo global, afirmando que “lo que necesitan las fallas en esta ciudad son acuerdos”.
Los presidentes solicitaron una votación no vinculante a mano alzada para dar a conocer el sentir de la asamblea de presidentes al respecto. “Es que no procede”, contestó el concejal. Finalmente la mesa dio paso al siguiente ruego, lo cual motivó la protesta de los 17 presidentes, que se levantaron del asiento y abandonaron de inmediato la sala.
El montaje de carpas volvió a ocupar varias intervenciones de la noche, así como las limitaciones de sonido y el control de los decibelios en las verbenas.