Día de reacciones y de comunicados. La Interagrupación y JCF han manifestado su postura airada contra la situación que se vive en los casales falleros, cuya desescalada prometida parece que no llega nunca. Ante esta tesitura, la Interagrupación de Fallas de Valencia avanzaba a mediodía un comunicado en el que, ante la situación “lamentablemente nos veremos abocados a proponer medidas de protesta al mundo fallero o cualquier otro tipo de acciones que nos ayuden a conseguir algo que consideramos justo y que es necesario para el completo desarrollo de nuestra actividad”, subrayaban.
Por su parte, la Junta Central Fallera emitía su comunicado anunciando el abandono por parte del ente fallero de la Mesa de Seguimiento de las Fallas con la Conselleria de Sanidad “ante la falta de avances en la desescalada prometida por parte de la administración autonómica en cuanto a los casales falleros”.
A continuación reproducimos por su interés ambos comunicados.
COMUNICADO DE LA INTERAGRUPACIÓN DE FALLAS DE VALENCIA
Desde la Interagrupación de Fallas de Valencia, deseamos manifestar nuestro más profundo malestar ante el incumplimiento de los compromisos adquiridos en las distintas reuniones mantenidas para facilitar la desescalada de los Casales falleros.
Ahora mismo, muchas frases de nuestros gobernantes, poniendo en valor el trabajo que realizan las fallas como parte integradora, red asociativa, elemento cultural, motor económico, transmisor intergeneracional de un patrimonio festivo que nació a mediados de 1800 se diluyen en una realidad arrolladora.
Las fallas tristemente hemos podido constatar como nuestros propios dirigentes políticos nos consideran más un problema que un beneficio, aun siendo uno de los principales motores económicos de nuestra autonomía, con un volumen de negocio de más de 900 millones de euros. Es triste, pero al final el tiempo ha dictado la realidad.
Son muchas las horas y el trabajo que los falleros hemos dedicado a colaborar con nuestras autoridades de manera altruista para poder salvar la actividad social más importante de nuestra comunidad y a día de hoy continuamos sin poder abrir totalmente nuestros casales.
Se nos dijo que se estudiaría darnos consideración de sedes festivas culturales (por la actividad que en ellos se desarrolla) no ha podido ser; que se iría desescalando su apertura, se autoriza un horario como si fuéramos una oficina y luego se alarga en una hora el cierre; nos informan que nos darán el mismo trato que a la hostelería (pues es muy difícil de entender y sobre todo explicar, que puedas tomar o comer algo en el bar de al lado hasta la una de la madrugada y en tu “casa” no) y a día de hoy continuamos igual y todo esto sin darnos ninguna explicación razonable de los motivos por los que se pospone o no considera una y otra vez la decisión de modificar la resolución para adecuar los casales a la situación del resto de actividades.
Las Fallas hemos demostrado sobradamente durante todos estos meses nuestro talante, disposición y empatía, pero pensamos que ha llegado el momento de decir basta, estamos cansados de engaños y demoras y exigimos ya un trato igualitario al resto de actividades económicas, no queremos ser más, pero tampoco menos, un colectivo de más de 250.000 personas en toda la comunidad, creemos que merece un poco más de respeto.
Ante esta situación, su continuado menosprecio y de no reconsiderarse la citada reivindicación de manera inmediata, lamentablemente nos veremos abocados a proponer medidas de protesta al mundo fallero o cualquier otro tipo de acciones que nos ayuden a conseguir algo que consideramos justo y que es necesario para el completo desarrollo de nuestra actividad.
Lamentamos enormemente haber tenido que llegar a esta situación, pero entendemos que los falleros hemos demostrado.
COMUNICADO DE LA JUNTA CENTRAL FALLERA
Junta Central Fallera, de forma consensuada con el mundo fallero, ha entendido que es necesario abandonar la Mesa de Seguimiento de las Fallas con la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública ante la falta de avances en la desescalada prometida por parte de la administración autonómica en cuanto a los casales falleros.
Además, el organismo autónomo expresa su malestar por los incumplimientos de los compromisos que se adquirieron por parte de Sanidad en las diversas reuniones mantenidas a lo largo de este tiempo con los colectivos falleros.
De hecho, a día de hoy, prácticamente no se ha avanzado en la desescalada de los casales falleros --compromiso que adquirió la Conselleria--, que continúan con limitación horaria de apertura y con la prohibición de, incluso, beber agua en su interior.
Los casales falleros continúan sometidos a unas medidas que están fuera de lugar si se comparan con otros colectivos. No se les ha equiparado a entidades culturales ni se rigen por normativa hostelera ni están dentro de las reuniones familiares. Tampoco se ha dado ninguna explicación razonable por parte de Sanidad.
Desde la Mesa de Seguimiento se trabajó en la importancia de las comisiones falleras de la Comunitat Valenciana como eje vertebrador de la cultura en todos los ámbitos y aspectos, así como también de su papel económico y social. De este modo se pidió que los casales se contemplaran y rigieran dentro de la normativa de entidades culturales. La propia Conselleria de Sanidad aseguró que se tendría en cuenta las peticiones, con una desescalada progresiva en los casales que permitiría la actividad, dentro de unas normativas establecidas. Pero, a día de hoy, no se ha producido ningún avance.
Si bien la Conselleria se comprometió el lunes 14 de junio a levantar el veto a los casales el 1 de julio, se insistió en la reunión y en conversaciones posteriores en la necesidad de no esperar tanto tiempo, máxime teniendo en cuenta que hay que preparar unas Fallas en septiembre, sin que nuestra petición se haya atendido.
Llegados a este punto, Junta Central Fallera quiere agradecer a la Interagrupación de Fallas de València y a las juntas locales la voluntad de crear la Mesa de Seguimiento pero se ve obligada a tomar esta decisión ante los sucesivos incumplimientos por parte de la administración autonómica.
El colectivo fallero, formado por más de 250.000 personas, ha demostrado durante este año de pandemia su responsabilidad ante las circunstancias y también su colaboración con las autoridades sanitarias, así como disposición y empatía. Por todo esto, es hora de exigir respeto y un trato igualitario con el resto de actividades económicas.