Joan Ribó se ha reunido este mediodía con la consellera de Sanidad, Ana Barceló, para analizar la situación actual que, en materia de salud, presenta la ciudad de Valencia, y que el alcalde valora como “muy compleja”. En la reunión el primer edil y la consellera han hablado de las medidas y nuevas restricciones con motivo de los nuevos brotes.
Respecto a las próximas Fallas, previstas para septiembre, el alcalde ha propuesto “protocolos flexibles condicionados al nivel en que esté la ciudad. ¿Qué quiere decir esto? Que si estamos en un nivel de afectación determinado se haga un protocolo específico para cada situación”. Estos protocolos flexibles permitirán que “haya determinados actos, dentro de dos meses, que se puedan hacer si estamos en un nivel de alerta sanitaria bajo o determinados actos que no se puedan hacer si estamos en un nivel alto, a pesar de que las fallas se puedan plantar, se puedan quemar, etc.”
El alcalde ha afirmado, tajante, que “yo querría que, en septiembre, las cosas estén muy bien pero, en estos momentos, ni yo ni nadie tenemos esa garantía, y la apuesta para hacer unos protocolos en función del nivel sanitario con dos o tres posibilidades parece que es una apuesta que podría dar garantías al mundo fallero para organizarse con todas las opciones y a nosotros, para hacer unas fallas con garantías sanitarias adecuadas. Es un planteamiento que a la consellera le ha parecido correcto y que me parece que puede funcionar”.
Joan Ribó ha asegurado que “tendremos unas fallas dignas, en el marco de las circunstancias que vivimos, y en las que, sobre todo, hay que reconocer y elogiar la responsabilidad que han tenido y tienen las personas involucradas en la fiesta”.