La tarde del viernes 1 de octubre fue el momento reservado para uno de los actos, otro más, que la pandemia imposibilitaba: la entrega de los Ninots Indultats al Museo Fallero. Y las circunstancias marcaron que este evento fuera más excepcional de lo que ya hubiera sido por lo extemporáneo de la fecha. El doble doblete de Almirante Cadarso, Algarra y Ginestar subrayó lo histórico de la cita.
Presidido por las Falleras Mayores de Valencia, Consuelo Llobell y Carla García, junto a sus cortes de honor, y acompañadas por el concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, el acto de entrega de los Ninots Indultats de 2020 y 2021 concitó la atención del mundo en el jardín de acceso al Museo Fallero de Monteolivete. Allí, los máximos representantes de Almirante Cadarso-Conde de Altea, Carla Fuster, Aisha Rodrigo y Vicente Fuster y sus artistas, Manuel Algarra y José Enrique Ginestar, hicieron entrega al museo de cuatro piezas de arte fallero que pasan así a la posteridad.
El polifacético artista Juanjo García ejerció de maestro de ceremonias, concediendo la palabra a cada uno de los asistentes. Y fue en el turno de palabras donde Manuel Algarra realizó una intervención absolutamente reivindicativa y clara. Lanzó mensajes hacia el Museo Fallero, interpelando a su director, Gil-Manuel Hernández, sobre la puesta en valor de “no simplemente un museo de la fiesta fallera; esto va más allá. Aquí hay mucho arte, por lo menos empeño le ponemos”, afirmó. Sobre los ninots indultats dijo que son un elemento que perdura. "Me parece tan importante, tan interesante y tan mal vendido que habría que reivindicarlo en todo momento", pasando más adelante a desarrollar cómo se elabora una figura pensada para optar al indulto.
Algarra tuvo pensamientos también para el presidente de JCF, lamentando que el indulto de 2020, comunicado con una llamada en pleno Estado de Alarma, no tenga su estandarte. Y hablando de estandartes saltó la banca. “Qué pena de estandarte, muy triste. Yo creo que los galardones que se dan en una fiesta de disfraces casi son mejores. Creo que nos merecemos mantener la calidad que se venía haciendo antes”. Hay que recordar que los 'palets', realizados históricamente por Artesanías Llobe, los confecciona actualmente otra empresa mediante concurso.
Galiana, en su turno de palabra, contestó a Algarra: “tienes razón. Cuando reivindicas las cosas y tienes razón, pues tienes razón, un desastre lo de los banderines. Cuando las cosas no se hacen bien se ha de reconocer y ponerle solución al problema”. Sobre la llamada en el confinamiento matizó: “esa triste llamada supongo que sería agridulce al menos, por un lado contentos de haber ganado, por otro lado tristes porque, evidentemente, hacía cuatro días que las Fallas se habían suspendido, estábamos en casa”.
En el anecdotario queda que, al celebrarse este evento tradicionalmente en el mes de mayo o junio, no se contaba con el atardecer nocturno que sorprendió a la organización sin focos ni iluminación, con lo cual tuvo que ser las linternas de los móviles las que ayudaran en determinados momentos a leer los discursos preparados.