El Palacio de Congresos de Valencia volvía, 24 horas después, a convertirse en epicentro del mundo de las Fallas. La tarde del domingo 23 de enero pasa a la historia reciente de la fiesta como el momento indicado para celebrar la solemne exaltación de la niña Nerea López Maestre como Fallera Mayor Infantil de Valencia.

Los horarios mandan, y comenzar a primera hora de la tarde significa que la maquinaria de protocolo y momentos se activará pasadas las tres de la tarde. Este fue el instante reservado para conocer la tonalidad elegida por Nerea para su espolín Fallera Mayor Infantil de Valencia.

Malachite, o lo que es lo mismo, malaquita, fue el color escogido para que la firma Vives y Marí tejiera manualmente la tela de su espolín, durante tres turnos de trabajo y 700 horas. Esta tonalidad de gris verdoso dulce fue elegida por la pequeña representante fallera, ya que le recordaba a los ojos de su abuela Mercedes, que desde pequeña le ha cosido todos los vestidos. La Joia es la empresa encargada de realizar su traje oficial, al igual que el de sus compañeras de la corte de honor. Las manteletas eran de Hijas de Carmen Esteve.

Cabe destacar que, en el apartado de la indumentaria oficial, en estos actos de exaltación se han podido contemplar las obras del grupo de indumentaristas y colaboradores que han realizado el conjunto: José Bartual, Compañía Valenciana de la Seda, 1700 Indumentaria Valenciana, Hijas de Carmen Esteve, Artesanía Viana, Art Antic, Més Q Pintes, Púa Artesanía, Peineta del Túria, Elvira Bella, Creaciones Aurora, Realce Alta Posticería, Margarita Vercher, MA-VI-MAR y Santos Textil.

La tarde comenzaba con la llegada al Palacio de Congresos de las protagonistas de la tarde, también, al igual que sus homónimas mayores, en los coches del Club de Automóviles Antiguos de Valencia. Mientras, en el exterior de la sala, los miembros de la Banda Sinfónica Municipal de Valencia repetían la acción que también llevaban adelante el sábado, durante la exaltación mayor, y mediante la interpretación de marchas fúnebres protestaban por su traspaso a la gestión del Palau de la Música. La música del tabal i dolçaina de la recepción mitigaba la tétrica banda sonora.

La Fallera Mayor Infantil arribaba a las puertas del palacio acompañada, como es tradicional, por el presidente de la JCF, Carlos Galiana, y el mantenedor, Salvador Doménech, presidente de la Federación de Fallas de Burriana. En el interior esperaban ya autoridades e invitados ilustres, como las delegaciones de las fiestas hermanas de Alicante y Castellón. Valeria Gómez Villaescusa, Bellea del Foc Infantil, y la Reina Infantil de las Fiestas de la Magdalena, Gal·la Calvo Santolaria, asistieron al evento.

Carmen Martín Carbonell, ya con su banda acreditativa, acudió vistiendo su segundo traje oficial, una creación de 1700 con un estrecho de seda de Bartual color siena tostado con manteletas de cadeneta artesanal y encajes de Artesanía Viana y aderezo de Art Antic. También la corte de honor lució su segundo traje.

 

UN TRIBUTO MÁGICO COMO PRIMERA PARTE

La primera parte de la exaltación infantil se compuso de un espectáculo puesto en escena por Espectáculos Mas y Eventime Teatro que tuvo como título ‘Tribut Màgic’. La propuesta llevó hasta el escenario un musical familiar tributo a los personajes y canciones infantiles de los espectáculos originales de estas compañías valencianas. El arranque nos presentaba a un curioso sastre que había perdido la imaginación para poder crear vestidos mágicos. Personajes de cuento le ayudaron finalmente a recuperarla.

Como el yin y yan, el espectáculo agradó al respetable al que va dirigido, los representantes infantiles, y también a los que ha de convencer para que todo esté correcto: los adultos. El comentario en redes sociales también apuntaba a que este estilo para una exaltación infantil era el adecuado, en contraposición al espectáculo de la exaltación mayor y la enorme polvareda que levantó en el mundo de las Fallas.

En definitiva, el tributo mágico musical que se presentó fue un espectáculo que gustó y que sirvió de preámbulo a la verdadera parte importante de este evento.

 

CADIRA D’OR Y HONORES

Cuando la voz de Rafael Martí Monforte anuncia la interpretación -enlatada- del pasodoble ‘El Fallero’ las Fallas son mucho más Fallas. La sala de congresos se convierte en salón de honores y la Cadira d’Or espera con expectación a su ocupante, la reina de las Fallas infantiles.

Una a una, con la música de la suite de Grau Vergara como subrayador lírico del momento, desfilaban las componentes de la corte de honor en una de las tardes más emocionantes de su vida fallera. Carmen Giménez Amaro, Adela García Gimeno, Patricia Zurano Cívico, Isabel Esplugues Balaguer, Carla Alcocer Mayordomo, Alba Hurtado Escobar, Cayetana Santacruz Blasco, Daniela Alcoy Damiá, Carmen Calduch Sebastiá, Carla Vicente Alfonso, Sara Sellés Gutiérrez y Valentina Ravello Faubel llegaron al escenario para ser recibidas por el concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, quien impuso los símbolos que representan el cargo que ostentan.

Sin tiempo para asimilar el torrente de emociones, la voz en off pronunciaba el nombre de Nerea, que con un auditorio puesto en pie recibió su banda y joya de manos del edil y el alcalde de la ciudad. Ejercieron de pajes para la ocasión Daniela Sancho, amiga de Nerea, y Guillem López, su primo.

La pleitesía floral, con los acostumbrados vítores del público infantil a las canastillas de Valencia CF y Levante UD, condujo en el programa a otro de los momentos esperados, el discurso del mantenedor.

 

UNA FALLA EN EL ESCENARIO

Al igual que en la noche anterior, un fallero de larga trayectoria fue el elegido para esta complicada función. Salvador Doménech es presidente de la Federación de Fallas de Burriana, fallero de la comisión Don Bosco de la ciudad castellonense, crítico y guionista de Fallas. Y fallero antes que nada y después de todo. Por ello preparó un discurso con continuos guiños a las fallas de Valencia ciudad, sus sectores y agrupaciones, haciendo que la atención de los niños no decayera mientras se plantaba una curiosa falla en el escenario, con escenas compuestas por las componentes de la corte y un remate que acabó siendo un ninot de Nerea, el cual fue realizado por la artista Dora Piles.

En prosa, pero alternando versos de poesía festiva, Doménech acertó con una alocución fallera al cien por cien que gustó mucho al respetable por su cercanía y sentimiento.

“Hoy te encuentras sentada en la Cadira d’Or, y estás acompañada por tu corte y por las falleras mayores y presidentes infantiles de las diferentes comisiones. Todas juntas formáis un marco incomparable y difícilmente repetible que, año tras año, cuando llega esta fecha, hace que las emociones de todo un pueblo no se puedan esconder”, dijo a Nerea.

El confeso como ‘friki’ de las fallas comenzó la plantà de una falla, en la que el cuerpo de la falla lo componían las tradiciones valencianas, una escena las componentes de la corte, otra escena la familia de Nerea y el remate la propia Fallera Mayor Infantil de Valencia.

Imaginando viajar en coche, fueron una a una recogiendo a las pequeñas integrantes de la corte, desvelando aspectos de su vida, al tiempo que interactuó con los representantes infantiles del patio de butacas, que saludaban cuando se citaba su sector o agrupación.

"Y ahora, solo querría deciros a todas que os encontráis en este escenario, y esto dice mucho del importante lugar que ocupáis en esta fiesta. Una Fallera Mayor sin corte no es nada, pero una corte sin Fallera Mayor tampoco. Per això Nerea et demane / et demane que les cuides / que en els moments complicats / elles seran les amigues / que estaran al teu costat”.

No olvidó ningún detalle Doménech, hablando de la familia de Nerea y de sus raíces de Bocairent, localidad que también rindió honores a la fallera enviando una canastilla de flores. Finalmente, concluyó el parlamento versando al remate de la falla, que no era otro que Nerea.

Una vez concluida la exaltación, la comitiva oficial acudió a la Real Basílica de la Mare de Deu dels Desamparats para realizar una ofrenda floral a la patrona de Valencia, concluyendo así un intenso fin de semana.