El Arzobispado de Valencia ha decidido el aplazamiento de la celebración de la fiesta de la Virgen de los Desamparados siguiendo las medidas excepcionales por la permanencia de la situación de alarma que impide la concentración de personas. Así lo ha confirmado la Agencia AVAN en un comunicado.
El obispo auxiliar Arturo Ros ha informado de esta decisión al Ayuntamiento de Valencia, a través del Concejal de Fiestas, Carlos Galiana, por la que se suprimen todas las celebraciones y actos públicos que supongan la congregación multitudinaria de fieles: la Salve solemnísima, Misa de Descoberta, Misa d’Infants, traslado, Misa pontifical en la Catedral, procesión, besamanos, y en definitiva, todos los actos que pudieran implicar la aglomeración de fieles.
El obispo Ros ha asegurado que “la Archidiócesis de Valencia está colaborando en todas sus acciones de atención social y caritativa a los más desfavorecidos, con los capellanes en los hospitales, la acción en las residencias de mayores, en los centros de menores en situación de vulnerabilidad, los centros de acogimiento para personas sin recursos a través de Cáritas y en la Ciudad de la Esperanza, y queremos que nuestra colaboración se extienda también a velar por todos, evitando la expansión de la pandemia en la previsible concentración de fieles que conllevaría la celebración de la festividad de la Virgen de los Desamparados. Por ello, se suprimen las celebraciones como se hubieran previsto, transformando su celebración en la Real Basílica de la Virgen de los Desamparados en las mismas fechas previstas pero sin actos públicos, a puerta cerrada, sin presencia de fieles”.
El obispo auxiliar Arturo Ros ha informado de esta decisión al Ayuntamiento de Valencia, a través del Concejal de Fiestas, Carlos Galiana, por la que se suprimen todas las celebraciones y actos públicos que supongan la congregación multitudinaria de fieles
Así, el obispo Arturo Ros ha señalado que “sólo y cuando fuera posible, respetando siempre las indicaciones como hasta ahora, sería nuestra voluntad que la imagen peregrina de nuestra Patrona fuera llevada en su Mare-móvil, con la colaboración de los Seguidores de la Virgen, para el traslado por diferentes barrios de la ciudad de Valencia, acudiendo concretamente a los hospitales y zonas donde más se han sufrido las consecuencias de la pandemia. No obstante, es un deseo expresado, y que dependerá de la autorización de las autoridades gubernativas”.
Asimismo, el obispo auxiliar ha recordado que en la última reunión virtual del cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares y el alcalde de Valencia Joan Ribó, acordaron continuar el seguimiento de la evolución del estado de alarma para señalar posibles fechas futuras para la celebración de la solemne procesión general por su recorrido habitual y la tradicional “dansà”, siempre y cuando nuevas circunstancias así lo permitieran.