Y es que todo en este mundo tiene un principio y un final. Es ley de vida.
Cuando leía la noticia de la renuncia de Francisco Lledó en un rotativo de la ciudad no me sorprendió en absoluto. Desde tiempo atrás, y en conversaciones privadas con el Sr. Lledó, intuí que la cosa no pintaba del todo bien y que, dándose las circunstancias favorables en el resultado de las elecciones, Paco tendría escasas oportunidades de repetir en la misma concejalía.
La sorpresa sí que ha llegado al ver la situación que ocupaba en las listas del grupo Popular valenciano. Pienso que ni él mismo esperaba ese retroceso. Lo bien cierto que eso nos lleva a esa renuncia y a pasar a la reserva, o séase, a la jubilación anticipada.
Ni quito ni pongo rey, pero quien más quien menos se equivoca en el desempeño de su labor. Cierto que unos más que otros, pero también es cierto que todo el mundo tiene derecho a equivocarse.
Los resultados de estos años en el colectivo fallero no han sido del todo satisfactorios y hemos podido presenciar en varias ocasiones semblantes poco afectivos en el partido, señalando la no conformidad con sus actuaciones. Pero lo que no se le puede negar al Sr. Lledó es que conociera el sector fallero y que, a su forma y manera, tratara de llevar a cabo sus ideas. Con algunas no hemos comulgado, y lo hemos dicho en su día, pero, haciendo caso al refrán, quizá, valga “más malo conocido que bueno por conocer”. Y que nadie entienda nada raro.
El colectivo fallero no es fácil de llevar. Los criterios, por regla general, suelen ser dispares y conformar a todos siempre resultó difícil. También es cierto que hay rarezas y poca tolerancia, además de una cierta incapacidad para reacciones y respuestas eficaces. La unión siempre suele hacer la fuerza y aquí no vemos demasiada. Muchas cosas en las que se ha fallado vienen dadas por esta circunstancia. No se ha plantado cara cuando ha sido necesario y el apoyo entre compañeros ha sido muy limitado. Con estas circunstancias se cabrea al personal y se saca lo peor que se lleva dentro, lo que significa que las reacciones son negativas y ello nos lleva a la peor situación. Personalmente considero que con insistencia y apoyo se hubiera podido sacar mucho más de esta actual presidencia.
En estos momentos el futuro es incierto, la diversidad de opiniones y opciones políticas son muchas y muy dispares, lo que nos lleva a una situación donde pocos pueden predecir lo que pueda pasar en unos días. Las ideas respecto al colectivo no se tienen muy claras por parte de los grupos emergentes, no conocen la fiesta, no conocen lo fundamental del colectivo y ejemplos hemos tenido en los que, por esas razones, se ha pretendido, o se ha podido pensar, que esto es fácil de dirigir. Y no, no es nada fácil. Una fiesta de las características de la nuestra tiene muchos matices a analizar y creo que muy pocos se han parado a pensar en ello.
Ojalá nos equivoquemos y las personas que vayan a tomar las riendas se den cuenta de lo que significa el colectivo, de lo que genera, de los puestos de trabajo que ofrece y lo importante que resulta económicamente para la ciudad y para el resto de pueblos de la Comunidad donde se plantan fallas.