Ya lo habían advertido, el Hemiciclo, según un informe técnico, no reúne las condiciones para albergar a más de 150 personas, lo que implica que la Asamblea de Presidentes ha de salir del ayuntamiento.
Esto lo comunicaba el presidente de la Junta en el pleno del presente mes de octubre ante los miembros de la misma, presidentes de agrupaciones, presidente de la Interagrupación y medios de comunicación. Los rumores fueron también inmediatos ante el inesperado adelanto de las sugerencias señaladas el pasado mes en la Asamblea. No se han demorado en hacerlo realidad. Había que sacarlos fuera y cuanto antes mejor.
El informe técnico en el que se apoya el nuevo gobierno municipal ya se conocía muchos años antes y nunca se tomó esa decisión en base a él. Y es que es paradójico, mientras el Sr. Ribo abre las puertas a los ciudadanos, por otro lado se “tira” a la calle a los falleros.
Antes se han podido celebrar las Asambleas en un sitio emblemático para los valencianos y ahora, por la comodidad y demás tecnicismos, “tiran”, sin que se habilite una sede fija, a los que hacen una fiesta que llena los bolsillos de las entidades recaudatorias.
Después de todo esto, uno se pregunta si con el informe técnico de esa capacidad de 150 personas, y después de haber tomado la decisión de sacar la Asamblea, ¿por qué se permite la Proclamación en este sitio sabiendo se puede rebasar ese número de asistentes? Personalmente creo que por un día al mes, y contando con que si se rebasa esa cifra es en muy pocas personas, debería haberse mantenido puesto que el lugar es el apropiado, lo mismo que lo es para la Proclamación.
La sorpresa siguió produciéndose viendo la nula reacción a este desalojo. Ni delegados de sector, ni agrupaciones, ni la Interagrupación abrieron la boca al respecto. La decisión estaba tomada. Pues nada, señores políticos, echen la vista atrás y vean qué ocurrió cuando hace años los socialistas volvieron la espalda a las fallas.
Y es que tanta promesa, tanto pedir colaboración en las reuniones con las distintas entidades falleras, da la impresión de que sólo van encaminadas a pequeñeces. Un ejemplo claro ha sido la última, al pedir a los falleros que sugieran en qué se pueden gastar 20.000 euros, sin que ellos repercutan en premios ni en gastos de personal. Y si de lo que se trata es de pedir iniciativas y consejo a los falleros, ¿por qué no se les consultó si querían salir del Ayuntamiento? ¿Por qué no se les pidió que decidieran sobre el recorte de las subvenciones? ¿Por qué no se les consultó para el tema de las verbenas? Porque dinero sí que parece ser que hay. Y digo yo, Sr. Fuset, ¿usted cree que los falleros van a decirle en qué gastar ese dinero que ni les va ni les viene? Porque una vez eliminada la opción de dirigirlo a premios por actividades, que es en definitivo lo que interesa a las comisiones para paliar gastos, lo demás es intranscendente. Con esos 20.000 euros, Sr. Fuset, puede hacer usted lo que considere, incluso utilizarlos para el apunte que hizo en el pleno, para pagar menús en la despedida de las próximas Falleras Mayores o en lo que ustedes consideren oportuno.
Después de tanta crítica, hasta se pudiera pensar en persecución por parte de los medios, pero es que nos lo están poniendo “a huevo”. A las pruebas me remito con la “expulsión” o el charco que se meten con el reparto de esos 20.000 euros, entre otros.
Claro que hay cosas que gustan en la gestión, de hecho, en el nombramiento nuestro alcalde, Sr. Ribó, se apuntó un tanto importante, algo que nunca había sucedido anteriormente, y que fue el estar presente en casa de las recién elegidas Falleras Mayores. Un 10 para él y su iniciativa. Pero es que hay tantas otras, como los constantes globos sonda, que nos parecen incoherentes, por lo que el baremo tiene una fácil inclinación.