Lo vivido anoche en el Palau de la Música, tanto al principio, durante y después, nos hace, de verdad, sentir vergüenza ajena. Y es que el ninguneo es tan evidente que clama al cielo. O se pasa por los antojos del presidente de JCF o no hay partida. Esa es la democracia que pregona este personaje político. Y es que, al principio, todo eran incógnitas sobre lo que depararía esa Asamblea Extraordinaria en la que el único punto del día “obligaba”.
En cuanto a lo que ocurría durante, todo fue en vano, los presidentes tenían claro que no querían congreso ahora y la mesa se deshacía en argumentar para que las órdenes recibidas por el de arriba no se vulneraran. Y así ocurrió. Parece que el programa de Compromis, en lo que se refiere a fallas, había que cumplirlo por encima de las pretensiones de los asistentes.
No faltó alguna voz discordante (solo dos) que se empeñaban en apoyar, con su estilo, lo que el resto no quería. Lo que es lamentable es que alguno de esos presidentes, vaca sagrada, le empiezan a cuestionar sus teorías por obsoletas. Debería tomar buena nota, porque, a pesar de su buena voluntad y fallerismo, ya no tiene el feeling de antaño.
Quiere tender puentes más firmes y lo único que hace en destruir los pocos que quedaban (si es que quedaban). Manda huevos, que diría Federico Trillo. ¿Cómo se puede ir tan contracorriente por mucho concejal de Fiestas que se sea? Intolerable y deprimente.
Sr. Fuset, tome buena nota de que los presidentes no le quieren en la fiesta, que con lo que le dijeron en la Asamblea dejaron claro su opinión sobre sus actitudes y decisiones. No parece que pueda tener ya autoridad moral para presidirla y, por lo tanto, el mejor consejo que se le puede dar desde fuera es que se haga un favor a sí mismo y a la fiesta yéndose a otra concejalía.
En cuanto al diálogo, tenemos constancia de sus ‘mediadores’ para los puentes, y la verdad es que de unos lo entendemos, pero de otros no tanto. A veces la dignidad debe dejar paso a los intereses personales. No se puede jugar a dos bandas, porque al final todo se sabe.