Como no podía ser de otra forma, y por segunda vez consecutiva, el presidente de la Junta Central Fallera pierde la votación sobre jurados. 60 votos a favor, 12 en contra y 23 abstenciones fue el resultado por el que la propuesta presentada por los delegados de sector fue aprobada, en la que se apuesta por la experiencia.
Enfrente, una propuesta que pretendía crear un bombo para mujeres, otro para hombres y un tercero mixto para las personas con más experiencia, todo ello con el fin de conseguir que las mujeres tuvieran una participación, como mínimo, de un 33%.
Al margen de esas distintas pretensiones, o decantarse hacia una u otra propuesta, lo que se pudo escuchar fue la preocupación de que siempre salgan los mismos, por lo que es indispensable que la juventud se implique más, así como incentivar a las mujeres para que se presenten al curso de jurados, porque, entre otras cosas, “las comisiones se juegan un año y los artistas el futuro”.
Analizando muy por encima las circunstancias de la sesión, de lo que nos damos cuenta es de la falta de interés de las más de 200 comisiones que no se dignaron asistir. No es de recibo esa falta de preocupación ante propuestas que pretenden mejorar la fiesta. Pero lo que también parece ser cierto es que la gente empieza a estar harta de tanta dificultad, de tantos problemas que se crean constantemente. Por otra parte, tampoco advertimos de ese interés en agrupaciones y demás por incentivar las aconsejables asistencias y la no menos interesante defensa de lo que consideren lícito y aconsejable para la continuidad.
Hay demasiadas cosas que están fallando y eso habría que intentar erradicarlo por todos los medios. De lo que también somos conscientes es de que las conductas de los dirigentes no parecen ser las más las adecuadas. Tanta confrontación, tanta imposición sin consenso, tantas ganas de crear diferencias, tantas ganas de politizar y tan poco sentido de ver las cosas de diferente forma no es aconsejable y debe de terminar cuanto antes. En la fiesta está prácticamente todo inventado, y claro que existen posibilidades de realizar mejoras, pero nunca por la tremenda.
El consenso debe volver a la fiesta, porque las experiencias con gaseosa nunca han sido, ni serán, recomendables.
Pero eso pasó en 2018. Llegó la Navidad, el año 2019 y con él, en marzo, las Fallas. Por ello les deseamos para este año nuevo que comenzamos todo lo mejor. Feliz Navidad y feliz 2019.