El día después de presentar oficialmente la nueva directiva de la Junta Central Fallera, Pere Fuset asistía a la inauguración del campeonato de truc y dominó “Víctor Monzón Jarque” del Pilar. Y allí estaba él, el flamante nuevo jefe de las Fallas ante parte de los que le van a “pelar” y le hacen la rosca a partes iguales. Pero no porque sea nuevo, o venga de un partido que se estrena en el gobernar de la fiesta ni nada por el estilo. Simplemente porque las Fallas son así. Los “palos” y las “caricias” los tendrá por defecto, casi sin hacer nada. Por lo tanto, cuando haga, también los tendrá pero amplificados. Vamos, lo que le pasaba a Grau, a Crespo, a Lledó…
Allí estaba Fuset, dispuesto a iniciar la partida de truc que va a ser su legislatura. Y va a ser un truc de los de dar gloria verlo como espectador. Fuset no va a dejar ver sus cartas hasta que estén sobre el tapete, porque la partida va a ser larga.
Fuset lo tiene todo por hacer y todo por demostrar. Más allá de la política de gestos, mucho más allá del talante, el diálogo o el “fer comboi”, llegará la gestión, y ahí es donde se envida y se truca al que manda. Ahí es donde se la juega de verdad ante una parroquia ávida de meteduras de pata para darle collejas. Y de paso trucarle y ganarle la partida. Nada nuevo que la fiesta no haya hecho antes. A las entradas de la Batalla de Flores me remito. Ha bastado un error informático en un gesto inicial de reciclaje para que le dieran hasta en el carnet… del partido.
¿Qué cartas lleva realmente Fuset en la mano? Sólo él lo sabe. Él y la Sectorial de Falles de Compromís, que es la directa asesora del edil en esta materia. El Pla Estratègic de la fiesta será una de las piedras angulares junto con el desarrollo de las acciones para conseguir que las Fallas sean Patrimonio de la Humanidad. También el apoyo a todas las actividades que hagan “pinya”, como el propio Fuset define a la “germanor fallera”. Se prevé también una reordenación de la Valencia fallera en marzo, sobre todo en cuanto a carpas y cortes de calle, buscando, qué duda cabe, la conciliación de la vida normal con la festiva. Algo que a todas luces es necesario. Pero también, por supuesto, dar a las asociaciones vecinales aquello que esperan de los nuevos gobernantes. Y aquí será donde, si no se maneja con tacto, los falleros tendremos el primer “Quatre Val” de la partida.
Las subvenciones a las fallas las dejo fuera, porque cualquier movimiento, sobre todo para reducirlas, sería el “Joc Fora” para Fuset, mortal de necesidad. Las de las luces sí que parece que van a pasar por el tamiz, quizá no ahora pero sí el año que viene. ¿Estamos ante el final de las luces de Cuba y Sueca? Ahí Fuset de momento ha envidado, afirmando que se va a intentar mantenerla en la medida de lo posible. ¿Llevará “envit” suficiente el edil o no?
¿Qué pasará con la Fonteta? ¿Y con la Exposición del Ninot? ¿Cuándo empezamos con el Congreso Fallero? ¿Se llegará a proponer la escisión de JCF del Ayuntamiento? ¿Dónde quedará el concurso de llibrets de Lo Rat Penat? ¿Y cómo serán las primeras Fallas de Fuset? Eso lo va a decidir la partida de truc que se está jugando. Y en el truc de fallas ser un “pierdecasas” es fácil si no se juega como quiere la audiencia.