Si una cosa hay que alabarle a Pere Fuset es que parece saber muy bien lo que quiere. Sí, por lo que se ve es perfectamente sabedor de lo que quiere. El concejal de Cultura Festiva quiere que se hable de él. Estar en el ‘candelabro’ y ser motivo de controversia, de debate y de menciones. Continuas menciones en todos los foros posibles, habidos y por haber.
La promoción que Fuset está obteniendo con las Fallas es impresionante y única. Cada día está en los medios, en las redes sociales, en todas partes… en todas menos donde ha de estar, que es en Pleno de JCF y en la Asamblea de Presidentes. Y haciendo mil cosas… menos la que debe hacer, que es gestionar con éxito las fiestas, y aquí en particular las Fallas. Gestionar con éxito, sí, no darse baños de gloria con cada movimiento hecho ‘per primera vegada’.
Pere Fuset llegó hace dos años a la Concejalía de Cultura Festiva, a aquella que, público y notorio resulta, da más visibilidad; podíamos decir que propulsa al edil que la ocupa a una promoción mediática notable. Y Fuset, que cada vez se asemeja más a ese tipo de ‘rock star’ con legión de fans animando el cotarro cuando canta, digo yo que estará encantado con lo que da de hablar.
Llegó el pleno, y volvió la indignación a las butacas, en este caso la de los miembros de la Junta Central Fallera. Se dieron unos teléfonos y un correo electrónico, y el que quiera algo que deje recado. Él no estaba, no fue, no apareció. Pero al día siguiente sí que aparecía en un casi desértico salón de plenos, acompañado a posteriori con las alharacas propias en redes sociales, para hacerse una foto y presentar la gala de la Fonteta. Y acudió también al ensayo en la Fonteta, y se ‘selfió’ (que se hizo una foto para las redes, vaya) con los mediáticos presentadores de la gala. “Quiero ser una rock and roll star” nos cantaban Loquillo y los Trogloditas. Pues eso.
Fuset quiere estar y ser, aparecer y decir que lo ha hecho no solo bien, superbién. ‘Superguay’, como el título de aquella canción de La Casa Azul. Y mientras la casa sin barrer. Nosotros seguimos hablando de Fuset, de sus ausencias y de sus cosas. Y él, después de haber hablado de ‘minorías hostiles’ sigue enarbolando la bandera del ‘aquí no pasa nada’.
Está claro que el mayor problema que tiene la fiesta no es que Fuset no vaya a los plenos y las asambleas, pero los graves problemas de la fiesta se pueden agravar todavía más por su no asistencia, por no estar ahí. Por el hecho de que el concejal no está para escuchar a los presidentes, a los miembros de Junta, a todos aquellos que se debe esuchar.
¿Mientras transcurren los plenos y las asambleas qué hará Fuset? Quizá diseña camisetas, como aquellas ‘samarretes valencianes’ que hacía en otros tiempos. O tuiteando, instagrameando y facebookeando con sus followers y sus ‘haters’. O igual está viendo Gran Hermano. O Supervivientes. ¿Ustedes creen que dejaría de ir a una asamblea o un pleno por ver una final de Supervivientes o una gala de Gran Hermano? Oiga, que yo me lo pensaba, eh...
En fin, bromas a un lado, que seguimos en cuadro por obra y gracia de una decisión tomada con la excusa de despolitizar, algo que ni de lejos logra, ya que sigue mandando, firmando y diciendo lo que hay que hacer. Así están las cosas. Cosas de rock and roll star.