De siempre me ha hecho mucha gracia el término ‘estar a la chorrada’. Es una expresión que concreta en pocas palabras la valoración de una realidad palpable. Es decir, que no se está a lo que se tiene que estar en opinión del que la espeta. Y eso es lo bonito, que uno puede opinar que algo, cualquier cosa, es una chorrada, porque desde su valoración interna, en base a su escala de valores, sus rangos de prioridades y su vivencia personal considera que eso, en efecto, es una chorrada, una auténtica pérdida de tiempo. También determina el diccionario de la RAE que una chorrada es una necedad. Ojo ahí.
Pues bien, en estos tiempos en los que nos llueve formando charcos del tamaño del Atlántico y tan profundos como la abisal fosa de las Marianas, se está mucho a la chorrada. A la chorrada más simple y llana. ¿Les digo una chorrada? El mural de la Ciudad del Artista Fallero.
¿Me quiere (o puede) explicar alguien por qué han pintado un mural de 600 metros cuadrados en las paredes de unas naves de la Ciudad Fallera? Porque oiga, no lo entiendo. Porque si eso es revitalizar un distrito cultural aquejado de una enfermedad terrible y que tiene pocos visos de curación... apaga y vámonos.
Lo del mural me parece una chorrada muy top. Entraría en mi top de ‘Chorradas Actuales Vol. 1’, si no fuera porque ya he empezado el Vol. 2 de la recopilación. Que no damos abasto.
Alto ahí, amigos de la indignación ajena y de látigo dialéctico, que no he dicho nada de los autores. La obra de PichiAvo, que no conocía y he consultado a través de las redes, me parece impresionante. Hay mucho talento en ellos y en sus creaciones, y no va este cuento ni con ellos ni por ahí. Tampoco sobre el mural en sí. 43.500 euros para una obra de arte puede parecer mucho o poco, y todo (todo) es cuestionable y opinable. Desconozco cachés, así que tampoco entro a valorarlo. Y sobre la obra en sí, el mural, pues no está nada mal. No es mi estilo, pero bueno.
Voy al turrón. En serio... ¿43.500 eurazos para un mural en la Ciudad del Artista Fallero? Really? Yo es que debo de ser de otra época o igual estoy también en esa “cruzada de sectarismo politiquero” que denunciaba el concejal Fuset en un hilo de Facebook el día 17 de diciembre. Lo que yo no estoy es a la chorrada, y menos con las Fallas de por medio.
Promocionar la Ciudad del Artista Fallero es, de momento, poner carteles y plantarle (nunca mejor dicho) un mural a unas fachadas que se encuentran frente a solares que algún día albergarán alguna construcción. Ahora espero que ya no. Que se proteja. Porque, por lo menos, ya que se ha hecho el mural que no se tape.
Oigan, que me parece una chorrada, que es mucho dinero. Y puestos a gastar dinero en un mural, que se los den a artistas falleros o relacionados con el arte fallero y que repercuta en la industria artesana, tan mal de salud como siempre. Aquí se han gastado 43.500 euros y la repercusión en el núcleo artesano me temo que será poca o ninguna. Ni el dinero repercute en los artistas, ni el mural exalta su trabajo, ni nada tiene que ver con lo que se hace en las naves de la Ciudad; una ciudad que sufre un goteo imparable de artistas que emigran hacia polígonos mejor preparados, de precios más ajustados y mejores accesos.
Pero mientras, estemos a la chorrada. No pasa nada, y si pasa se le saluda.
Blog Fallero de las Fallas de Valencia
Estar a la chorrada
- M. Andrés Zarapico
- Arde Valencia