TODO DEPENDE | No seré yo quien alabe la elección del señor ministro de Asuntos Exteriores como mantendor. Creo incluso que dado cómo está el patio, petición de reprobación incluida en la asamblea de presidentes a cualquier ministro que se acerque por el balcón en la semana fallera, la elección del señor José Manuel García-Margallo no sólo la veo como inadecuada o evidente error, sino que la entiendo como una provocación en toda regla. Amén de su capacidad o valía para desarrollar el encargo. Dicho esto, lo que también me parece una falta de consideración, de mano izquierda, e incluso de respeto a la Fallera Mayor de Valencia, y por ende al colectivo fallero, incluidos aquellos que en su derecho los eligieron para el cargo, es que unos representantes políticos renuncien a “su responsabilidad” de acudir a un acto que ellos mismos tildan que debería ser un “homenaje de los colectivos falleros a la Fallera Mayor de nuestra ciudad” por desavenencias con la elección del mantenedor de forma personal por la alcaldesa de la ciudad. Desde tiempo atrás han sido muchas las voces críticas sobre el injusto proceder de la elección de quien debe ser o no el encargado de realizar la glosa a la máxima representante del colectivo fallero, de manera unilateral por parte de la alcaldía, ya fuese en los pasados años ochenta, como en las últimas dos décadas. Pero por suerte, a día de hoy, quizás tenemos una nueva ventana donde ver la luz. Al parecer ahora nos encontramos con personas de tan insigne valía como las que actualmente rigen la coalición Compromís per Valencia, que nos pueden abrir los ojos al colectivo fallero y ver por fin el ansiado camino de baldosas amarillas. Quizás la fórmula era llevarse el balón del recreo y solicitar por escrito que fueran personas de reconocido prestigio en el ámbito de la cultura o del ámbito social. No quiero entender que excluyen con estas premisas a falleros o personas vinculadas a las fallas... Quizás, como en el famoso ya Plan Estratégico, al parecer nunca nadie habló de la necesidad de hacer un estudio pormenorizado de la fiesta. Vaya falta de memoria. Había que hacerlo en otros términos. Quizás, como en la elección de la falla municipal, se necesitaba acudir a la “externacionalización” del proceso, aunque lleguen con la lección tan bien aprendida como los anteriormente criticados. Quizás sea así como deban hacerse las cosas. ¡Alabado sea el Señor! Pero lo de que sí estoy seguro, sin quizás alguno, es que nadie por contrarrestar la evidente politización de la fiesta, debe utilizar las mismas armas con tal de salir en la foto, faltando igualmente a la voluntad del colectivo fallero. Para eso ya lo hacen actualmente a las mil maravillas. Y de hacerlo, intuyo que serán igual de consecuentes con sus actos venideros, renunciando a su presencia en el balcón consistorial en las próximas mascletaes, o al propio Consejo Rector de la fiesta, donde critican igualmente el sistema o elección de sus miembros, mientras permanecen firmes y condescendientes en su butaca. |