Una vez más los políticos valencianos han ninguneado la fiesta fallera sin ningún recato. Han obviado a conciencia el mayor esfuerzo cultural de nuestra tierra, que nacido de manos privadas genera un beneficio económico generalizado a toda la sociedad, y en cuantía superior al 99,9% de las posibles comparaciones, por no decir al 100%.
El pasado 18 de julio, como si de emular viejos hábitos se tratase dando pagas para contentar estómagos, el pleno de Les Corts Valencianes aprobaba la nueva ley del mecenazgo cultural, científico y deportivo no profesional.
El objeto principal de la nueva ley, como así reza su artículo primero, es el de “fomentar e impulsar el mecenazgo de carácter privado mediante la regulación de un conjunto integrado de medidas tributarias y administrativas en el ámbito cultural, científico y en el deportivo no profesional en la Comunitat Valenciana, y promover, difundir y enriquecer la cultura del mecenazgo entre la sociedad valenciana”. De hecho, y según dicen, la nueva ley se compara a las de mayores incentivos fiscales del territorio nacional llegando al 25% en las deducciones del tramo autonómico del IRPF en esta materia.
Lo hablamos en el EXTRA FALLAS 2017 de Actualidad Fallera con la secretaria autonómica de Hacienda y Presupuestos, Clara Ferrando Estrella. Para el alto cargo de la Generalitat por Compromís, “la Fallas son parte de nuestra sociedad. Un conjunto de riqueza patrimonial y económica que necesita ser valorada desde este lado de la mesa, defenderla, protegerla, dado que es una fuente de generación de riqueza que beneficia a nuestra sociedad.” Unas declaraciones que al comparar con las deducciones fiscales que tenían los grandes eventos, la considerada como ‘el azote de Montoro’ indicaba lo siguiente: “no sé cómo podríamos equipararlo al mundo de las Fallas, pero tendríamos que estudiarlo para solicitar exenciones de IVA. A nivel autonómico se podrían tratar las deducciones del IRPF por ejemplo hacia los artistas falleros”.
Lo hablamos también con Sandra Gómez, primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Valencia y concejala delegada del servicio de Desarrollo Económico, Internacional y Turismo, en el EXTRA FALLAS 2018. Para la secretaria general del Partido Socialista de Valencia, “las fallas, como asociaciones culturales sin ánimo de lucro, que lo son, y como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad reconocido por la UNESCO, al que hay que proteger, podrían tener cabida perfectamente en la nueva Ley de Mecenazgo. Desde el Ayuntamiento y la Generalitat nos debemos poner a trabajar desde ya para que de alguna manera los falleros y las fallas estén debidamente reconocidos no sólo en el ámbito local y autonómico, sino también en el ámbito estatal”.
Quizá el concejal de Cultura Festiva debería haber sido quien se posicionara en primer lugar, pero viendo su línea de gestión tampoco esperábamos nada en este sentido.
Pues bien, hechos son razones. El Govern del Botànic y el de la Nau, como ya hicieron otros anteriormente, podríamos interpretar que han ignorado, ninguneado, o se han mofado sencillamente, no sólo del patrimonio valenciano, si no del declarado como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad. ¿Por qué? Porque las asociaciones culturales sin animo de lucro que son las fallas, quienes podríamos decir parieron el crowdfunding bajo el nombre de ‘estoreta velleta’, o ‘fallero’, con el fin de engendrar un patrimonio valenciano innegable, no son ni fundaciones ni asociaciones de ‘utilidad pública’. Un portazo en toda regla, de no revertir la situación, firmada por el presidente de la Generalitat un 25 de julio de 2018, festividad de Santiago Apóstol, patrón de España. Vaya cuajo…