Luces y sombras. Este podría ser el resumen de los primeros 100 días con Fuset como concejal de Cultura Festiva y presidente de la Junta Central Fallera. Y es que con esta fecha, aunque no deja de ser anecdótica ya que no existe tiempo material para poder valorar una gestión y más la de esta concejalía, sí que podemos analizar y opinar de lo que nos ha gustado y de lo que no.
¿Y qué es lo que nos ha gustado? En líneas generales una “democratización” de muchos aspectos de la fiesta, o por lo menos una intención de la misma. Nos hemos cansado de escuchar la palabra “diálogo”; una palabra que en algún aspecto sí que es cierto que se ha establecido con multitud de reuniones que ha tenido el concejal con sectores que nunca habían sido recibidos, y en otras ocasiones sí que ha faltado ese diálogo estableciendo actuaciones sin consultar y basándose exclusivamente en el criterio del que manda.
Una de ellas ha sido la decisión de la disminución en la subvención en iluminación a las comisiones falleras. Esta medida que afecta a todas las comisiones de la ciudad, no sólo a unas cuantas, se ha tomado con un desconocimiento absoluto de las consecuencias que puede tener. Quizá preocupa menos una bajada de dos puntos y preocupa más la reducción drástica o inclusive de la desaparición de las mismas para los próximos ejercicios.
Una medida que se toma sin consultar, sin dialogar y que tendrá muchas repercusiones tanto económicas como sociales para uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad como es el barrio de Ruzafa. Adelantándome a lo que van a decir y evidentemente no siendo objetivo ya que pertenezco a una comisión fallera donde la iluminación es parte base de su proyecto fallero, hay que destacar que no hay un interés particular y sí general, ya que como digo, la desaparición de los proyectos lumínicos puede afectar y mucho al barrio, a sus comercios y restaurantes. Por no decir a sus miles de visitantes que vienen de toda la provincia a uno de los atractivos más importantes de la fiesta fallera, les guste o no. Ya que esto es una realidad. Son miles y miles de personas que visitan el barrio de Ruzafa por el espectáculo lumínico, son miles de personas que observan nuestras fallas, son miles de personas que generan un impacto enorme en la restauración de la zona. Por lo tanto cuando se tomen estas decisiones, dialoguen, pero háganlo con todos, con los falleros, vecinos y comerciantes. Y ya me contarán qué les dicen…
Otro de los aspectos de estos 100 días, que no han sido de mi agrado, es que la política va seguir estando muy presente es nuestra fiesta. Y es que no puedo pensar otra cosa. Me ha hecho mucha gracia la visita y la batalla que se ha intentado establecer para que en la televisión estatal, RTVE, tenga más presencia nuestra fiesta fallera. Y oiga... claro que estoy de acuerdo, hasta ahí podríamos llegar, ya lo intentó el Sr. Fabra, actualmente senador en Madrid. Pero lo que verdaderamente indigna es que se pierdan esfuerzos en esta tarea, cuando lo que deberían hacer es centrar los mismos en reabrir una Radiotelevisión Pública Valenciana, primero porque es necesario y segundo porque lo prometieron antes de ganar las elecciones. En esta ocasión y debido a mi condición de extrabajador de RTVV se puede pensar y se piensa que tengo intereses particulares, pero señores, no hay un mayor interés general que tener una radiotelevisión pública que potencia y hable de nuestras fiestas y tradiciones. Sin duda, no hay mejor opción.