Quizá por las fechas que eran o porque se dieron situaciones graciosas, la última Asamblea de Presidentes del año pasará a la historia. Y lo hará por muchos aspectos y diferentes situaciones.
Nuevamente el problema del siglo del colectivo fallero, los versos dedicados a la Fallera Mayor en el Libro Oficial Fallero, fue el tema estrella de la noche. Unos versos que finalmente volveremos a leer (eso sí, algunos, tampoco crean que muchos más), escritos por la ganadora del Bernat i Baldoví.
Una votación en la que ganó esta opción frente a la de un concurso público donde la Asamblea tenia el poder absoluto para elegir al jurado encargado de elegir los que se presentaran, independientemente de la normativa utilizada en su elaboración. 119 comisiones decidieron por la primer opción, frente a 57 comisiones (un número elevado dada las circunstancias) que querían el concurso público.
Desde estas líneas dar la enhorabuena a los ganadores y a todo el mundo que influyó en ello. Ya lo dije en la última columna, cuando se trabaja para conseguir un objetivo hay que celebrarlo y alegrarse. ¡Ah! ¡Y dar la cara! Aspecto este último muy poco dado a producirse.
Independientemente de este tema, del que un servidor va a dejar de escribir, ya que prefiero centrarme en otros aspectos de la fiesta, la que para mí fue la noticia de la noche: el anuncio del inicio de las conversaciones para convocar el Congreso Fallero.
Un anuncio que realizó el Sr. Fuset y que tampoco produjo mucho entusiasmo esa noche, nada comparable con el mismo que generó en las anteriores Asambleas, cuando se le tildaba al concejal de mentiroso por no convocarlo, dado que estaba en su programa electoral. Ya saben, cosas de fallas…
Y dada la situación actual y previsible para los próximos meses, y no siendo partidario de una posible independencia de la fiesta respecto al consistorio, creo que finalmente quizá sea lo mejor. No hay mayor inoperancia que no dejar trabajar. Es más, es prácticamente imposible. Se puede hacer mejor o peor, pero si no se deja, lo mejor es que sean los falleros los que dirijan al cien por cien su fiesta, sin ningún tipo de interferencia. ya veremos lo que pasa.
Me van a permitir que tenga espacio para felicitar a todo el colectivo, porque somos Patrimonio Inmaterial Cultural de la Humanidad. Y quiero hablar de ello porque me satisface mucho. Me alegra este reconocimiento para lo que puede suponer para nuestra fiesta. Me alegra la implicación de todo el colectivo, me alegra ser noticia por estos aspectos de la fiesta. Y me hubiera alegrado enormemente que esta satisfacción mostrada por el fallero de a pie, se trasladara o se traslade (nunca pierdo la esperanza) a la Asamblea de Presidentes. Porque es importante y necesario conocer lo que hemos conseguido y sacarle todo el jugo que se pueda para el beneficio de la fiesta.
Por cierto, espectacular la Crida a la Humanitat que pudimos vivir en las Torres de Serrano. Un motivo de orgullo y satisfacción. Verdaderamente, en la misma, nos dimos cuenta lo que somos capaces de hacer y lo grande que es nuestra fiesta y nuestro pueblo.