Escribo esta columna a falta de dos días para que se celebren las elecciones municipales en nuestra ciudad, aunque cuando ustedes lean estas líneas ya se conocerán los resultados de las mismas. Me genera mucha curiosidad la decisión de la ciudadanía y cómo puede afectar a nuestra fiesta. Y es que no recuerdo ningún episodio en el que la mayoría de los partidos políticos apostaran tanto por personas vinculadas a la fiesta y que nuestra fiesta estuviera tan presente en los programas electorales de los partidos. Esta situación puede tener su parte buena y su parte mala. Buena, porque tal vez los responsables políticos se han dado cuenta de la influencia que tiene el colectivo fallero, el colectivo asociativo más grande de nuestra ciudad, en una decisión electoral, y mala por todo lo que se puede prometer y luego se debe cumplir.
Son diferentes opciones las que tenemos los ciudadanos y falleros para elegir, pero lo que predomina mayoritariamente es el deseo de que nos dejen hacer fiesta fallera y que comprendan a la misma como una gran oportunidad y no un problema, porque nosotros bien es cierto que sabemos que es así. Esperaremos a los próximos meses para ver si se cumple con todo lo dicho.
Mientras, nuestra fiesta continúa. Y si hace pocas semanas se celebraba la Gala del Artista Fallero en el hemiciclo del Ayuntamiento, las juntas locales celebraron su gala en la ciudad de Xàtiva. 45 juntas locales y la JCF se dieron cita en un evento que, un año más, reconoció el trabajo de nuestros artistas falleros. Si los datos no me fallan, es el tercer año que se celebra esta gala, que junto a la colaboración de la delegación de Juntas Locales, tiene una acogida extraordinaria.
Y finalizando el mes de mayo, los motores en la JCF se empiezan a poner en marcha. Una vez elegidos la mayoría de los delegados y delegadas de sector, se está a la espera de los posibles cambios en la directiva que se puedan producir o no producir.
Mientras, el colectivo fallero trabajará, un año más, para preparar nuestra fiesta con el mismo entusiasmo, dedicación y sentimiento. Aspectos que se deberían de tener en cuenta, dado que hemos pasado por un periodo electoral. La mayoría de las opiniones de los falleros y falleras se resumiría en un “déjenme trabajar por mi fiesta y por lo que verdaderamente me gusta y quiero”.
Y me van a permitir que acabe esta columna enviando un fuerte abrazo a la familia fallera de Duque de Gaeta-Pobla de Farnals. ‘La Vasca’ nos ha dejado. Una mujer entrañable, trabajadora y apasionada por nuestra fiesta. Siempre con una sonrisa, siempre con un “¿en qué te puedo ayudar?”. Una pérdida irreparable tanto para su comisión como para el mundo de las Fallas. Estas noticias duelen y te hacen reflexionar. Hoy el cielo es mucho más fallero, y lo es gracias a ella, que a buen seguro ya estará inculcando el amor por nuestra fiesta. Descansa en paz. Te echaremos de menos.