Muchos días, muchas semanas fueron las que discurrieron hasta que finalmente se firmó el pacto de gobierno para los próximos años en el Ayuntamiento de Valencia, y con él, conocer quién dirigirá nuestra fiesta los próximos cuatro ejercicios. Al final se hizo la luz y esta responsabilidad recayó de nuevo en Compromís y en el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset.
Una vez conocida la nueva directiva de la Junta Central Fallera, sí que me gustaría reconocer la labor realizada por dos personas en especial: Ramón Estellés y Pepe García Bosch, los dos reubicados como asesores de presidencia.
Me gustaría dejar reflejada en estas líneas la gran labor que ha realizado en JCF el que ya no es secretario general. Un hombre fallero que ha sabido encontrar ese equilibrio entre los intereses de los falleros y las falleras, y los de la concejalía de Cultura Festiva. Ramón es una persona querida, muy querida en el colectivo donde, con muchas horas de trabajo a sus espaldas, ha superado con creces las expectativas y, en definitiva, ha hecho más fácil el trabajo de todo el personal que voluntariamente trabaja por y para nuestra fiesta los 365 días del año.
Por otro lado, qué decir de Pepe García Bosch. Una persona querida por todo el mundo. Un fallero de los pies a la cabeza, valiente ante todos los propósitos que se le plateen, conciliador. Una persona que lleva en sus venas sangre cien por cien fallera y que gran parte de su vida ha estado y está dedicada a nuestra querida fiesta. Pepe siempre está y estará trabajando y luchando para que nunca decaída el sentimiento fallero que todos llevamos dentro. Es por ello que en su nuevo cargo de asesor sin duda nos podremos beneficiar de su sabiduría, entereza y entrega las 24 horas del día los 365 días del año. Si hay alguien al que siempre deberemos estar agradecidos, sin duda, es a él.
Empezamos un nuevo periodo. Lo empezamos, prácticamente, con los mismos problemas de hace cuatro años, con nuestros artistas falleros en plena lucha por la supervivencia de su oficio, con nuestros pirotécnicos enfadados por la dificultad de disparar en nuestra ciudad, con nuestros músicos en su batalla constante de reconocimiento de su labor y aportación a la fiesta. Problemas que esperemos que en estos cuatro años se solucionen con el apoyo de todos, absolutamente todos los agentes de la fiesta. He nombrado a tres columnas fundamentales de nuestra fiesta. Cuidémoslas, porque sin columnas, la estructura y el techo puede caer. Dejémonos de tanto comunicado y tanta foto y pongámonos a trabajar como si nos fuera la vida, porque parte de nuestra vida es esto.
Disfruten del verano y vengan con las pilas cargadas, porque con la llegada del otoño volverá de nuevo nuestra fiesta con la misma ilusión y entusiasmo de siempre, con miradas positivas y negativas, con crítica y sátira y, en definitiva, con ganas de ofrecer al mundo nuestra cultura, fiesta y tradición. Llegará septiembre y aquí estaremos para contárselo y vivirlo junto a ustedes. Lo dicho, disfruten del verano y cojan fuerzas.