¡A euro! ¡A euro! ¡Que me lo quitan de las manos! Cuando el “resistente” seguidor de esta sección lea estas “punyeteries”, se habrán abierto las urnas y los votos habrán decidido, más o menos, qué viviremos los falleros los próximos cuatro años. Hasta entonces hemos “sobrevivido” a un mercadillo de ofertones donde no todo lo que se nos ha “vendido” era de marca, ni mucho menos tenia garantía, és lo que es diu… vendre fum!
Algunos comenzaron, continuaron y terminaron vendiéndonos que las fallas no son políticas, ni que la política debe intervenir en las fallas… En fin, que o bien quieren hacernos creer que somos tontos, o se lo hacen, o simplemente quieren seguir moviendo las fallas desde la trastienda, siempre que los gestores electos no les cuadren con su sector (de secta) político, o con su círculo de amistades, o lo que es peor, con sus fobias personales. La ignorància és la mare de les tradicions. (Montesquieu)
Algunos, como único argumento, continuaron atizando y agitando los fantasmas de toda la vida, esos que nos van a robar todo lo nuestro para entregárselo al enemigo. ¿Enemigo?, ese que según ellos lleva más de cuarenta años instalado entre nosotros, favorecido por “traidores” y “quintacolumnistas”, y que deben ser los más inútiles y torpes bajo la capa del cielo porque no han conseguido “llevarse” nada… Ni siquiera acabar con este argumentario aburrido, tedioso y falso. Mentider conegut, ja no és cregut.
Otros han pasado la campaña a rebufo, según oían, hacían. O mejor dicho, decían. Ha sido una carrera para desdecir, rehacer, reescribir, reformular o maquillar las propuestas de los otros hasta el último día. ¿Aportaciones originales? Pocas… ¿Ocurrencias? Demasiadas. Massa eixides de bombero!!!
Una de ellas. “Y mostrar la cara amable del fallero”(sic) Tal cual. Esta propuesta programática reconoce implícitamente que los falleros tenemos una imagen abominable, aborrecible y antipática. Si ho dic jo, em crucifiquen!
Y hablando de ocurrencias, ¿Cómo se puede perseguir el bienestar de un colectivo como el de los artistas falleros con promesas, mientras incentivas acciones que van en su contra? ¿Cómo se puede ayudar a un colectivo que se adaptó a nuevos materiales para sobrevivir, incentivando que se vuelva hacia atrás, hacia prácticas económicamente ruinosas, muertas y de difícil recuperación? ¿Alguien se ha parado a pensar el efecto que tendría sobre las fallas en la calle? ¿Alguien ha sumado los costes? La ignorància mai resol una qüestió (Israeli)
Mas ocurrencias. ¿Es beneficioso continuar poniendo en la picota las fallas (pira) por su carácter contaminante? ¿Cambiar los materiales parará la deriva “ecológica”? ¿Quién nos asegura que entonces algunos no “exigirán” la desaparición de la “cremà” porque toda combustión es contaminante? ¿Estamos seguros de lo que hacemos? Res hi ha més terrible que una ignorància activa (Goethe)
Y mientras otros se olvidaron del resto de las fiestas… fent un pa com unes hòsties!