Vinga va! No siempre resulta fácil ser ‘agudo’ con las fallas, con la actualidad fallera. Hay ocasiones en las que, gracias a todos los santos, hay que bucear en los intríngulis de esta para hallar los espacios y recovecos más ignotos donde ‘hincar’ el diente de la crítica. Este punyeter muchas veces ha revisitado pasadas ‘raciones de punxes’ para seguir ‘pinchando en hueso’. En esta ocasión el viaje es hacia adelante, ejerciendo de pitonisa Pepa lanzada al vacio sin arnés ni red, porqué... De jove projectes, de vell renuncies.
Apa! Después del alud de bellas palabras y buenas intenciones, en la dirección de ‘aprovechar’ la oportunidad que nos brindaba el maldito virus, ahora va y resulta que estamos en el mismo punto que hace seis meses… el punto de la parálisis total. Una parálisis física (no hacemos nada) y una parálisis mental (nadie tiene nada nuevo que aportar), que nos tiene, mayoritariamente, anclados al pasado… Parados en el tiempo sin capacidad de reacción ni de futuro. Ara és hora de tocar temps.
Tira-li, Martí! El ‘tejido asociativo’ del cual tanto nos hemos vanagloriado los falleros de formar parte, se ha deshilachado como un viejo retal raído. Los cuadros directivos de la mayoría de comisiones sufren (quiero pensar que sufren) un profundo letargo que les sume en el magma de la duda existencial. Mientras alguien no les diga qué han de hacer, mejor no hacer nada. Cada cosa al seu temps i els naps a l’Advent.
Desperta ferro! Las prisas de mayo por ‘aplazar definitivamente’, que nos ‘pintaron’ unas fallas extraordinarias en 2021 y 2022, las primeras de ‘reserva’ y las segundas de ‘crianza’, se pueden convertir con el paso del tiempo, y la ‘desgana’ general, en las fallas de las dudas razonables, las primeras de ‘sabor rancio’ y las segundas con un punto ‘avinagrado’. El que s’ho menja tot en una fartada, ho caga tot en una caguerada.
Alça, pilili! Nos fuimos a casa con los entramados luminosos instalados, algunos de ellos encendidos. Pronto, muy pronto, se apagaron las luces y se retiraron la mayoría de los adornos colgados. Restaron las instalaciones, soportes y circuitos, que poco a poco han ido retirándose. Seis meses después pocos siguen en su lugar y la mayoría ha desaparecido. Es la mejor metáfora de lo sucedido con las fallas. Al music vell li queda el compàs.
Amunt! (amb perdó de Meriton) Solo la Junta Central Fallera, con un cierto ‘tufillo’ a obligación, está afrontando el ejercicio 2021 con cierta ‘profesionalidad’. Las diferentes delegaciones, no sabemos si por indicaciones verticales, o de motu proprio, buscan y rebuscan actividades, concursos y actos con los que dar sentido a un ejercicio ‘muerto’ porqué todo está hecho menos aquello que fundamenta lo hecho y lo por hacer. El millor mestre el temps; la millor ciència, la paciència.
Arre haca! Así, poco a poco, con distancia social y mascarillas, los diferentes colectivos interesados se reunieron en los ‘cálidos’, por no decir tórridos, espacios del Arena España Fallas (que me ha molado ponerle nombre a la JCF). Allá se reprodujeron todas y cada una de las ‘dudas’ y los ‘temores’ de las comisiones, llegando incluso a planteamientos que en otros ejercicios hubiesen resultado increíbles, como ‘si no hay seguridad, mejor no convocar nada’, ‘nosotros no vamos a hacer pero...’, ‘¿proponer? ¿nosotros? nada… Proponed vosotros y ya veremos’. En fin, todo un torrente de ideas y propuestas para renovar, cambiar, mejorar nuestra ‘querida fiesta de las Fallas’ y así aprovechar la ocasión que nos brindaba ‘este maldito virus’. Hi ha més anys que capellans, mes dies que llonganisses i més setmanes que botifarres.
Au, cacau! Gran advertencia la realizada por el concejal a principios de agosto: ‘Las fallas 2021 se quemarán sí o sí’. El resto de la frase no fue publicada por la prensa, pero fue algo así: ‘no vamos a consentir que os guardéis las fallas otro año más, gandules’. No se sabe a ciencia cierta si lo dijo, lo pensó o simplemente lo oímos en sueños algunos que sentimos las fallas de otra manera. Astúcia, temps i bons fins poden més que els mals instints.
Sols espere que el temps em lleve la raó, perquè com passen els temps, passen els pensaments. I que ningú no s’oblide mai, el millor company per a passar el temps és un vell i punyeter indomable.