Valga que haya a quien no le guste el emplazamiento de la Exposición del Ninot en las carpas de Nuevo Centro. Que en algunos programas y publicaciones les encuentren tantas pegas, aunque a la hora de matizar se exagere algunas de ellas y que se deba buscar otro lugar más suntuoso y adecuado para el evento, aunque no se escuchen concretas soluciones a los detractores de tan cuestionada ubicación.
Se aprecia que según quien, ponga impedimentos tan rudimentarios como las temperaturas de frío o calor según antojos, el viento exterior o el espacio. Las carpas y la instalación interior las cede gratuitamente El Corte Inglés.
La idea a bote pronto de los nuevos mandatarios de enviarla al recinto del Museo de las Artes y las Ciencias puede ser buena por su relevancia de cara a la galería, amplio espacio y espléndida presentación, aunque me temo que no se habrá consultado con los artistas.
Está claro que las comisiones falleras, dueñas y financieras del producto a exhibir, no han tenido tiempo de debatir y consultar sobre tal decisión, aunque no obtengan ningún beneficio de sus aportaciones y al final se queden para la colección oficialista los que resulten indultados de la refriega.
Sin entrar en detalles de cómo y de qué manera, nadie podrá negar que los servicios públicos de transporte de que se disponen para trasladarse hasta la zona de Las Moreras nada tienen que ver con los que se aprestan para llegar a la explanada de Nueva Centro, empezando por las líneas de metro y autobuses desde cualquier punto de la ciudad y extrarradios, Mislata, Chirivella, Burjasot y Quart de Poblet.
Hoy por hoy para llegar a la zona de la Carretera del Saler solo una línea de la EMT alcanza hasta aquel término. Sin contar por supuesto con los servicios de taxis.
Y si por comodidad se les ocurre acudir con coche propio y estacionarlo en los sótanos habilitados como aparcamientos públicos, la visita a la exposición les puede proporcionar desagradables sorpresas por sus tarifas abusivas.
Me imagino desplazarse desde Orriols, Patraix o Campanar, serios problemas precisamente por la precariedad de los servicios a los que nos referimos.
Eso no significa que el edificio no sea mejor que lo que hay, pero he aquí algunos de los inconvenientes.
Si se quieren dignificar de cara al visitante como se proclama tan insignes trabajos, habría que llamar la atención también de algunos artistas que no son precisamente dignos los acabados de los “monigotes” con los que acuden, refritos, paridas y ocurrencias que nada tienen que ver con los contenidos que se anuncian.
En cualquier caso, los más interesados serán los beneficiarios de las recaudaciones por taquillas.
Pensemos en el IVAM, el MUVIM, las Atarazanas u otros lugares con mejores servicios de transporte.