Un acierto el nombre del espectáculo para elegir a las 26 miembros de las cortes de honor, porque ‘sentiments' es lo que se suele vivir cada año en este acto. Sentimientos de ilusión y de decepción. De la sonrisa a la lágrima de decepción tan sólo hay un corto paso, y las 107 candidatas que se quedaron en la estacada lo saben muy bien. Pero así es esto y así lo aceptan todas las participantes.
Lo que se iniciara con una excelente presentación, para mí no tuvo una línea de continuidad, bajando el nivel de la creatividad y mezclando lo tradicional con las coreografías de play-backs en inglés, además, en este caso, muy manida. Pero los presupuestos mandan y ahí no podemos exigir más. Quizás sí en la aportación de nuevas ideas, de nuevas fuentes.
Lo esencial era arropar esos desfiles de las candidatas y el cometido se cumplió; el esfuerzo del equipo de Grandes Eventos fue patente y la organización no tuvo fisuras, incluso detalles de agradecer.
Nunca entré en los contenidos de los discursos de despedida, pero sí que, en esta ocasión, me atrevería a recomendar una ojeada y un asesoramiento, y todo ello a pesar de que, se supone, lo que allí se expresa sale del corazón de la persona que lo interpreta. Porque debe resultar realmente difícil dirigirse a un público del que sabes que cuentas con su apoyo y su cariño.
Del recinto, sólo decir que la gran mayoría echábamos de menos la plaza de toros, por lo del calor insoportable, pero también es cierto que el pabellón es la seguridad antes las inclemencias del tiempo en esta época del año.
Nuestras más sinceras felicitaciones a las 26 elegidas y pedirles un poco de paciencia más hasta dentro de un mes. Ellas saben que todas tienen muchas opciones a llegar a Fallera Mayor de Valencia, pero también saben que ya tienen asegurada su presencia en la corte de honor para este nuevo ejercicio.