Antes de comenzar este comentario quiero dejar claro que las trece señoritas seleccionadas a Cortes y Fallera Mayor me caen estupendamente, que no tengo absolutamente nada en contra y que desde aquí les mando mi más sincera felicitación, al igual que a las “peques”, pero lo que no me está gustando demasiado es lo que está pasando con una de ellas.
No quiero ni escribir su nombre, porque con ello contribuiría a echar más sal al puchero, pero lo que sí quiero dejar muy clara es mi posición ante lo que está pasando. Unos y otros deberíamos tener la suficiente paciencia para esperar a que de la próxima Asamblea salga el nombre del jurado y éste pueda actuar y decidir sin presiones mediáticas.
Y es que hay que ponerse en la piel de las otras doce aspirantes a Fallera Mayor de Valencia e imaginar lo que podrán estar pensando cada vez que lean o escuchen los diferentes comentarios que se están produciendo.
Sería bueno la prudencia, la moderación, y me parece correcta la posición de JCF de no permitir entrevistas particulares que, apoyándose en determinadas circunstancias, puedan contribuir a campañas en detrimento del resto de ellas.
Prudencia y respeto, y que gane la mejor, con ello Valencia y las fallas saldrán beneficiadas, porque de lo que se trata es de que el cetro lo consiga la que mejor esté preparada para ello.
Suerte a las trece.