Así, como hablo conmigo mismo, evitaremos presuntos.
Los del otro lado de la vía del tren, esos a los que si les hablas en valenciano te contestan que lo hagas en español, que no lo entienden, se empeñan cada vez más en hacernos la vida imposible a los falleros, en ocasiones sólo con ánimo de perjudicar con llamadas a la Policía Local, cuando alguien se ha dejado mal aparcado el coche a la puerta del casal.
Según me cuentan, de situaciones semejantes tienen un saco en cada comisión de falla, no hace falta insistir porque habría para saturar la revista.
Desde reclamar la rotura del cristal del aparador, ocurrida allá por Navidad cuando se dejaron la olla con la gallina recién salida del fogón, hasta la del tirador de una persiana, corroído por el paso de los años.
A las trifulcas de vecindad habría que echarles de comer aparte, ya hablamos recientemente de los problemas que causan el tener que salir a fumar a la calle, pero hay más. Casales que conectan con patios de luces, incluso delante de los mismos portales, y que a menudo se encuentran con sorpresas desagradables. Bolsas de basura en los interiores y “cosas” de acerba pronunciación y de todo tipo, recados que dejan los energúmenos/as y que en numerosos casos se sabe cierto de sus remitentes, de otros sólo se sospecha. Lances que en su mayoría son los propios falleros los que aguantan y procuran evitar enfrentamientos.
Por más reciente, los actos de “Una festa per a tots” programados por la Federación de Fallas de la Sección Especial, había que cerrarlos a las 00.00.00 horas, porque unos segundos más tarde surgían las llamadas, denuncias y protestas de los vecinos, distanciados a centenares de metros al uno y otro lados del Paseo de la Alameda y de la Ciudadela, respecto del centro del antiguo cauce del río donde estaban asentadas las carpas.
Las distancias y el CRE
Ahora aparecen las nuevas normas que obligarán a guardar las distancias señaladas entre edificios y público, en las calles donde se celebren disparos pirotécnicos.
Por imaginar, tendremos que contemplar una mascletà, montada en fila india a lo largo de una calle, o en tirereta por expresar con un vocablo más nuestro.
Parece que sólo son molestas las fiestas falleras para los mismos que ponderan las de otras Comunidades, donde se dispendian siete días de fanfarrias y borracheras.
¿Va usted a disparar una traca, participar en una despertà o cordà ? Pues tome nota, tendrá que poseer la acreditación CRE, Consumidor Reconocido Experto, realizar un curso, asistir como mínimo al 85% de las horas lectivas y superar una prueba. Es una lectura literal de la Orden transmitida por el conseller Serafín Castellano. Esperemos que todo el mundo cumpla las normas. Aquí, con perdón, permitan que dudemos de la general formalidad.
Léanse bien los preceptos porque contienen caldo de cultivo y están sujetos a múltiples interpretaciones.
Eso sí, tiene usted 18 meses de periodo transitorio para documentarse hasta que se apliquen las actuaciones.