Falleros: ¡¡¡Qué os jodan!!! Parafraseando a los “clásicos”, esto quizás y a mi modesto entender, fue lo que entendí de las palabras del President de la Generalitat, en boca de su “jefe” que a fin de cuentas es quien dejó clara sus intenciones tiempo atrás, en la memorable Noche de la Economía Alicantina.
El martes 17 de julio de 2012, el Molt Honorable se pasó por el arco del triunfo la concepción que hasta el día de hoy tenía quien les habla de las palabras democracia y dialogo, o de esa otra tan en desuso últimamente, consenso. Dejó literalmente con el culo al aire, no sólo a los falleros, sino a sus propios compañeros de viaje, ya que se pasó por el citado arco, la opinión de la Alcaldesa de Valencia, la del concejal de Fiestas, el Reglamento Fallero, y hasta su propio decreto de hace poco más de cuatro meses.
Se trasladó de aquello de “lo que digan los falleros” palabras de la primera edil del cap i casal y del propio concejal, véase hemerotecas, a un dialogante “les anuncio una nueva medida”
Al margen de posteriores rectificaciones, muy propias del arte político actual, de los tres cargos citados, me da a mí que alguien está de más a día de hoy, uno, o dos, o los tres, no sé bien quién, pero algo falla.
El caso es que en el instante que se escucharon las palabras, y si San José no lo remedia, la realidad es que los falleros conocerían si todavía no lo sabían, el lugar exacto que ocupan en la que creyeron su fiesta.
Ya certificaron el “expolio” en el artículo 3 del decreto del Consell del 9 de marzo con la excusa de la UNESCO: “La gestión de la Fiesta de las Fallas de Valencia es competencia del Ayuntamiento de Valencia, ejerciéndola la Junta Central Fallera, encargada de organizar la totalidad de actos centrales”
Un decreto que en virtud de este mismo artículo, habrá que modificar en caso de llevar a término el "exterminio" de la voluntad popular del colectivo fallero, ya que en el punto 2 de su anexo, apartado C, indica que la semana Fallera comprende del 14 al 19 de marzo, como en el Reglamento Fallero en su punto 2, artículo 1. Pero para modificar el decreto habrá que justificarlo “en la mejora tutelar de los valores protegidos” Una nueva redacción donde habrá que escoger a un ilustre escribano, pues mucho lustre necesita el temita para poder justificar el mandar la tradición por el retrete a cambio del vil metal, más de 700 millones exactamente diría el President. O quizás no, ya que si son capaces de pisotear la historia del pueblo valenciano orinándose en el 9 d´Octubre, lo de los falleros realmente es una minucia. Una pregunta: ¿se cambiará también el día de la Raza & Hispanidad & del Pilar? ¿El de Navidad? ¿El de Reyes? ¿El año nuevo? Todos ellos son o posteriores en el tiempo, o una simple recreación eclesiástica en comparación con el día Nacional Valencià. Temo la respuesta...
Dicho esto, me confieso como lo hice siempre, defensor de los beneficios del cambio de fecha de la cremà, pero ojo, siempre y cuando así lo quiera el colectivo, y se “retraten” primeramente los máximos interesados.
Ya que si hablamos de dinero, primero que nada olvidémonos de lapidar la economía fallera con 13 puntos más de gravamen sobre las Fallas. Exención de IVA ya para la Fallas como bien cultural que hay que proteger según su propio decreto, como sucede con la bandas de música.
Segundo, parte del pastel que unos se comen a costa de las fallas para que directamente los falleros obtengan un beneficio a su dispendio particular. Adécuese futura ley de mecenazgo.
Y tercero, que más que un punto debe ser premisa, los falleros son propietarios de su fiesta, y sólo ellos serán quienes decidan si las condiciones le convienen. Eso sería obrar desde el respeto y el dialogo, los tiempos del despotismo parecía que ya habían quedado en el olvido, que ingenuo soy...
Pero la política es lo que tiene, ya me lo decía mi padre. Y es que yo tuve mucha suerte, mis padres me educaron en el dialogo, el respeto, y la defensa de la pluralidad. Mamá, papá, gracias, pero los años me han hecho descubrir que lamentablemente no todos los padres fueron como vosotros.
Espero que las fallas sean algún día Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, porque al día de hoy, yo sólo las veo como Patrimonio "Material" del Partido Popular. Una pena.