Más de tres años han tenido que pasar entre el 19 de mayo de 2009, y el 17 de julio de 2012 para dejar zanjado una evidente injusticia. Este es el tiempo transcurrido desde que en el pleno correspondiente al mes de mayo de 2009, el asesor de presidencia, José Javier Sáez, daba lectura a la resolución de una Delegación de Incidencias de Junta Central Fallera presidida entonces por Félix Crespo, que inhabilita durante dos años al presidente de la falla Salamanca-Conde de Altea, Alberto García Iranzo, apercibiendo por escrito a la comisión, e indicando que en caso de reincidir, sería penalizada con la suspensión de su participación en los actos oficiales, como el concurso de fallas.
Y todo esto como les informamos en su momento por desfilar antes que nadie, a las 15.30 exactamente como ahora se hace por obligación, por acuerdo de la comisión tras el consentimiento verbal del Secretario General, Vicente Fayos, hecho que éste negó posteriormente.
Una sentencia la de JCF que se vería excesiva hasta por la propia comisión de recursos compuesta por los presidentes elegidos por sus propios compañeros, y que sería ratificada por la Asamblea de junio de 2009 dejando como se dice vulgarmente “con el culo al aire” a una comisión que exculpaba al presidente de los hechos frente a la decisión de JCF, entendiendo "que pudo actuar bajo un -error de prohibición vencible-, lo que podría entenderse como un malentendido tras la conversación mantenida con el Secretario General de JCF Vicente Fayos, y que el desfile se produjo fuera del horario establecido para la ofrenda.
Una sentencia controvertida, y que como ya expresara en su momento en la opinión realizada al efecto y titulada, "La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo", Alberto García “fue juzgado, sentenciado e inhabilitado en tiempo récord” mientras al día de hoy, casos anteriores y posteriores quedaron y quedan impunes.
Pues ya lo ven, después de más de tres años, y gracias al empecinamiento de intentar demostrar la injusticia, el Tribunal Superior de Justicia da la razón realmente a la Comisión de Recursos, esa que reincido, fue negada por la propia Asamblea de presidentes, porque los falleros somos así de solidarios con nosotros mismos y de coherentes con nuestras propias elecciones. Preferimos de normal anteponer la voluntad oficialista, o mejor dicho en este caso, el escarnio ejemplarizante en mi opinión del organismo fallero, a la razón de su propios compañeros por ellos mismos elegidos, la citada Comisión de Recursos. Fueron 83 votos de castigo, frente a los 24 de lo que ahora se demuestra era de justicia, sumándole 28 abstenciones.
Esperemos que en el próximo Pleno/Asamblea se lea públicamente la sentencia, y a pesar de no estar en estos instantes los responsables primarios de la "tropelía", sería de recibo y acto de señorío, hacer constar públicas disculpas al perjudicado y su comisión. Y luego, que cada uno recapacite, purgue quizás su conciencia si así lo cree necesario, ya que además, a día de hoy y si así lo quisiera, el injustamente castigado, puede reclamar la indemnización oportuna.