braulio116La verdad es que el que vivimos ha sido un verano calentito, y no lo digo precisamente por las altas temperaturas que estamos sufriendo. Cuando no habíamos asimilado la subida del IVA al 21%, salta la noticia del cambio de fecha de San José y nos hacen temblar por segunda vez.
Como era de esperar, porque imaginamos que debió de estar bien estudiado, la segunda noticia impactó de una forma terrible sobre el grueso del colectivo que se lanzó a las redes sociales para protestar de una forma contundente, insultos incluidos. Nadie entendía como una fiesta hecha por los falleros era “manipulada” de esta forma sin siquiera consultar con los que la hacen. Los más atrevidos se lanzaron a la “lucha” sin pensar más allá de la defensa a ultranza de lo que consideran suyo. Y así ha pasado. Se convocaron protestas en la calle, pero sin ton ni son, sin organizar, sin advertir al personal lo suficiente, sin un control adecuado..., y claro, para regocijo de los interesados, se dio una imagen de pobreza.
Las reacciones han sido rápidas y desde JCF, el propio Consistorio, sectores, agrupaciones, juntas locales, interagrupación, etc., se ha dejado claro el posicionamiento del colectivo que, viendo en cierto modo interesante la propuesta, nos deja con el culo al aire, mientras les hace el mismo bien grande a la hostelería y comercio en general, aportándoles clientes sin esfuerzo alguno por su parte.
Desde esta revista hemos luchado por activa y por pasiva para tratar de concienciar a esos sectores de que sería interesante su colaboración económica con las fallas y así ambas partes se verían beneficiadas, pero ni flores. Propuestas de rutas turísticas y alguna cosa más que, aun siendo interesante, no muestra intención de “soltar” ni uno.
Sabemos que es una fiesta que genera ruido y molestias, pero se olvidan del estudio económico donde queda claro que ya en el año 2000 generábamos más de 750 millones de euros para la ciudad de Valencia, y 7.580 empleos que supusieron unos 26,7 millones de euros en cotizaciones a la Seguridad Social y al IRPF. ¿No creen que estas cifras tienen suficiente fuerza para apagar voces, para reivindicar derechos? Al margen de muchas otras que deben conocer bien.
Ahora llega la Generalitat y se lo ponen en bandeja. Sin esfuerzo, sin negociación, por el morro, y con la escusa de la crisis se lo dan todo hecho. Claro que sabemos lo de la crisis, claro que sabemos que con esas medidas vendrían más turistas y se haría más caja, pero, ¿por qué no se ha pensado en la otra parte? ¿Por qué, por ejemplo, no se ha negociado antes la reducción del 21% del IVA? Si al menos hubieran conseguido esa reducción que se pide para los artistas falleros, la cosa hubiera tenido otro cariz. Porque, señores políticos, los falleros  saben muy bien que ellos no han creado la crisis, como también saben quiénes son los culpables, que por cierto, no devuelven ni uno.
Si nadie lo remedia, con ese 21% de IVA, los monumentos sufrirán un aumento de precio considerable, porque tenemos claro que los artistas falleros no van a cargar con el “muerto”.
A partir de ahora las fallas serán más pequeñas, los ninots serán más escasos y los refritos invadirán de nuevo los monumentos. Otra alternativa es la que alguien apuntó y que están siguiendo los funcionarios: reducir el consumo. Personalmente preferiría plantar un palo y que vengan los hosteleros a ayudar en la plantà.
Señores mandatarios, han de tener presente que no basta con la petición desde Junta, la fuerza está más arriba, Generalitat y Ayuntamiento, este último ya lo ha hecho, de esta forma, a buen seguro que se conseguirá. Otros ya lo han conseguido, como la reducción en los libros de texto.
A la hora del cierre de esta edición no conocemos los resultados de las entrevistas entre Generalitat y Falleros, por lo tanto no podemos opinar al respecto, pero mucho nos tememos que nos lo vamos a comer con patatas. Ojala me equivoque y cuando este número salga a la calle se hayan solucionado los problemas.