En el momento que escribo estas líneas, los jurados encargados de calificar las hogueras infantiles de 2013 acaban de coger los taxis para visitar a las comisiones y decidir qué premios otorgarán a las mismas.
Un año más, nuestros artistas muestran en las calles de la capital alicantina su arte, su trabajo, a la espera del beneplácito de las comisiones y por descontado el beneplácito del jurado, que un año más será el responsable de decidir qué hogueras son las mejores plantadas este año en las calles de Alicante. ¿Se impondrá algún estilo? ¿Qué se valorará? ¿Qué criterios usarán? ¿Tendrán algún tipo de reticencia? Sólo hay que esperar...
Y hablando de la fiesta alicantina hay que destacar muchos aspectos nuevos. La llegada de Manuel Jiménez y su nueva directiva a la Federación de Fogueres ha supuesto un cambio tanto en la forma de gestión, como en los diferentes actos en el mundo foguerer.
Comenzó con el cambio de formato en la elección de les Bellees del Foc, la proclamación de las mismas, que por primera vez se realizó al aire libre y en la plaza del Ayuntamiento, cambios muy significativos en la ofrenda a la Patrona de Alicante, y diferentes modificaciones en el programa de actos oficial.
Cambios que han sido recibidos con agrado y satisfacción en las comisiones y en el mundo foguerer. Gran aceptación a las nuevas formas y la nueva gestión de la fiesta. Y claro, enseguida te viene a la mente varias preguntas. ¿Sería posible realizar cambios tan significativos en la fiesta de las Fallas? ¿Hacen falta esos cambios? ¿Existe voluntad de cambiar algo con la intención de mejorar? ¿O es más fácil seguir igual, para no crearnos problemas?
Respuestas hay varias, y por supuesto opiniones muchas más. Pero lo que está claro es que el producir cambios en la fiesta de las Fallas es difícil, muy difícil. En primer lugar se tiene que tener intención, voluntad y ganas de realizar cambios para mejorar (desconozco si existen), en segundo lugar tiene que existir mentalidad de cambio en el colectivo fallero, abrir la mente, analizar y estudiar que tal vez el modificar ciertos aspectos, es necesario e inclusive obligatorio.
Me viene a la mente cuando la elección de las Cortes de Honor se realizaba en la plaza de toros, hasta que un año se produjo el diluvio universal, teniendo que trasladar el acto a la Fontenta de San Luis. Se produjo todo en 24 horas, pero eran muchas horas para dar lugar a todo tipo de críticas: pues no va ser lo mismo, no hay casi aforo, no se está al aire libre... y un gran ecétera.
Al momento y al observar que fue un éxito, que se salvó la situación con nota de diez, actualmente ya nadie se acuerda de la plaza de toros, es más parece que de toda la vida se ha realizado en la Fonteta.
El producir cambios en el mundo fallero no es nada fácil, ni lo es producir cambios inclusive en una propia comision fallera, pero es momento de entender que al igual que los tiempos cambian, quizá nos deberiamos plantear que no estaría mal modificar ciertos aspectos, actos y actitudes (por qué no decirlo), por el bien de nuestra fiesta. No hay que tener miedo a los cambios, ni mucho menos, se puede probar y a partir de ahí decidir.
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- Alejandro García
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