Por fin se deshojó la margarita y ya sabemos quiénes van a ser las personas que van a ocupar los puestos en la ejecutiva de esta nueva legislatura. Félix Crespo, siguiendo los pasos de Rita Barberá, ha guardado silencio hasta el último momento y no transcendió el mínimo detalle del proyecto que estuvo elaborando en las últimas semanas de junio.
Sorpresas, como bien anunciábamos en nuestra web. Muchas sorpresas y pocos cambios, algo que no sospechábamos, puesto que los rumores apuntaban a que al menos serían dos los que se iban a producir en las vicepresidencias. Y cambios los ha habido, lo que ocurre es que no han sido tales, sino movimientos para dar mejor cobertura y "emanciparse" un poco del penoso trabajo que conlleva ser presidente de Junta Central Fallera.
Después de los cambios que la alcaldesa de Valencia ha hecho con respecto a Félix Crespo, lo bien cierto es que se necesita una capacidad fuera de lo común para poder llevar adelante solamente sus nuevas responsabilidades en el Consistorio. Si a ello le añadimos el peso de presidir el ente fallero, ya me dirán qué persona es capaz de sacar adelante semejantes proyectos. Por ello, no nos extraña un ápice el organigrama que se ha trenzado para gestionar la Junta. Y la verdad es que no nos parece mal, a pesar de las voces que ya se han alzado en desacuerdo con el proyecto.
Félix presentaba a tres asesores ejecutivos que van a trabajar codo con codo con los vicepresidentes, lo que significa que el poder se reparte y se evitan los posibles excesos, sobre todo teniendo en cuenta que no van a estar vigilados de cerca por la presidencia. Lo que se intenta evitar, creemos, son los excesos, que las cosas se hagan, pero que antes se consensuen entre ellos y que se "partan el pecho" si es necesario, pero que nadie pueda tomar decisiones por sí mismo. Por eso nos gusta.
Sabemos sobradamente el genio que se gastan unos y otros, la capacidad de casi todos y las formas de actuar que hemos venido observando durantes estos años atrás, y eso también lo sabe Félix Crespo, y no le importa. Más bien le gusta y sabe que eso va a significar que las cosas se hagan mejor, que entre ellos se tiren los trastos, pero que se hagan las cosas bien.
Lo que también nos convence es que esos dos asesores, Chimo Muñoz y Alfredo Solaz, además de la labor que se les encomienda en las áreas correspondientes, puedan representar al presidente en una serie de actos que le van a permitir ir más relajado y trabajar en lo que interesa, porque ya me dirán cómo puede acabar una persona que en la época más dura del ejercicio le toca noche sí y noche también estar hasta las tantas asistiendo a actos falleros y al día siguiente aparecer a buena hora en el despacho atendiendo cosas importantes. La verdad es que no hay físico que lo aguante y menos con la sobrecarga que le ha caído al "presi".
Buena idea la de separar la parte jurídica del resto de cometidos, como Incidencias, con lo que los serios desaguisados que suelen aparecer en el colectivo tendrán una mejor atención y solución. Como excelente la idea de colocar una persona que se ocupe de desenredar los continuos asuntillos que se suelen producir con los diferentes estamentos y sobre todo con la vecindad, que esto sí que tiene miga.
En cuanto a la capacidad de los recién nombrados, pues de algunos ya la conocemos, el resto tendrán que demostrarla, pero eso es lo de menos, porque ante la incapacidad, un cambio puede llegar en cualquier momento. Porque dudas, las hay, pero, lo dicho, tiempo al tiempo y quien no dé la talla, pues cambio y no pasa nada.
En la parcela que concierne a los medios, seguimos con las mismas personas y los mismos cometidos. Manolo Mas, además de Deportes, Marketing y Grandes Eventos, seguirá con su web y los medios de comunicación, para los que le pedimos más atención al instante, y así poder recibir la información al mismo tiempo que su web, y que definitivamente se convierta en lo que debe de ser: lo primero, delegación para atender a los medios y evitar la competencia desleal, y segundo, una web del ente con los contenidos propios. Eso es algo que solicitamos encarecidamente al nuevo vicepresidente 1º para que lo vigile y sea una realidad de inmediato.
Pues lo dicho, tiempo al tiempo y que haya suerte, y aquel que no sea capaz de seguir el ritmo, pues nada, un cambio.
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