Nunca antes la elección de una falla infantil suscitó tantas críticas y dudas sobre su elección como el proyecto presentado por Anna Ruiz y Giovanni Nardín.
Ha pasado ya una semana, tiempo suficiente para valorar y opinar sobre lo escuchado, leído y contrastado. Una semana donde los comentarios se han sucedido, donde hemos tenido comunicados intentando salvar la situación, y calladas por respuesta que hablan más que los comunicados.
Menos aquellos correligionarios que ahora lo ven todo “chachipiruli” otros ya entendimos que el famoso “Comité de Expertos” no parecía más que una simple excusa para que un partido político, uno y de forma unilateral, eligía el designio de la falla municipal amparándose, todo hay que decirlo, por una directiva gremial que no colectivo gremial, quienes le dieron el visto bueno a lo presentado y no a la inversa como nos intentaron “vender”.
De hecho, hay que recordar que de las propuestas de las diferentes entidades elegidas a juicio de la concejalía, se escogería a quienes vino en gana nuevamente según criterio único de la propia concejalía, para formar un jurado presidido por el propio concejal. Un canto a la despolitización que sólo con mentarlo hace sonrojarse al más pintado.
Acogiéndonos al refranero popular, “de aquellos polvos vinieron estos lodos” y “lo que mal empieza, mal acaba” nunca que yo recuerde, y van a ser ya 25 años de experiencia que no de sabiduría en esto de la información fallera, uno fallos han generado tanta controversia. Lo de las redes sociales en la tarde noche del lunes 16 de mayo de 2016, un detalle por lo menos para reflexionar en lugar de aislarse ante la evidencia. Un rechazo unánime de gran parte del colectivo fallero, a quien se menospreció a mí entender de forma clara por el concejal al dejarlo en el comité como simple nota anecdótica.
No entraré en las descalificaciones e insultos vertidos en estas redes, esto sencillamente me parece deleznable, al igual que la hipocresía de quienes justifican el cambio sin ver tampoco lo presentado por el resto, y que además critican a quienes hablan por opinar sin estar plantado. Todos somos mayorcitos para desde la experiencia poder discernir lo que intuimos ver de aquello dibujado, como tantas veces los que ahora callan o se molestan con quienes opinan, han hecho sobre los bocetos de la máxima categoría por poner un ejemplo. Otra cosa son las quinielas premiatorias a las que también se zambulleron cual fangales los ahora tan exquisitos, y que por lógica cuestan más de acertar si el trabajo no está en la calle.
Dicho esto, y sin entrar en las llamadas a diferentes artistas para conocer su disponibilidad a presentar proyecto para la falla infantil municipal, no acabo de entender ciertas cosas, en primer lugar y por orden de presentación comenzaré por la falla infantil.
Un fallo bajo sospecha
Si, bajo sospecha. Es innegable cerrar los ojos ante la evidencia. Un jurado que se sabe de antemano cuales son mayoritariamente sus preferencias artísticas, es normal que genere dudas. Una sospecha basada en hechos lógicos más allá de la profesionalidad de cada uno de ellos, y que yo no pondré en duda. No seamos por tanto tan cínicos de querer justificar con esto el hecho que nos ocupa. A nadie se le escapa que si en un jurado de falla de la sección especial, por ser la más mediática, ponemos a un amigo personal y otros dos de la misma “tendencia” de uno de los artistas, arde Roma. Ejemplo con muchísima menos afinidad lo hemos visto este mismo año, y criticado también por quienes ahora especulan de los disconformes.
Ahora bien, si después de aceptar la “bases” como las publicadas por el Ayuntamiento de Valencia para la elección de las fallas municipales, que ya es mucho aceptar, hay que ser consecuentes con ellas por mucho que nos/les duela. Unas bases que dentro de su subjetiva visión a mi entender, y más si se quiere realmente transparencia y equidad, no solicitaban por ejemplo puntuaciones al jurado según los criterios. Hemos visto lo sucedido en la máxima categoría fallera este año como para evitar detalles tan lógicos como estos. Como dije no pondré en duda la valía de los integrantes, pero analizaré las bases en lo concerniente a los criterios de valoración y su resultado final.
Punto 1.- «El carácter satírico de la obra en su conjunto» Siendo este valor repetido hasta la saciedad por el propio concejal como hecho prioritario y esencial de la falla, no es difícil preguntarse: ¿Cuál es la intención satírica de la falla infantil 2017? Recordemos que sus propios autores han defendido hasta la fecha la falla sencillamente como arte, apostando por un mensaje conceptual como evolución de la falla, negando el humor, la gracia, la propia sátira a la que hacen referencia las bases, por mucho que ahora den a entender que lo satírico es Julio Verne saliendo de la cabeza de un niño. Sólo con echar un vistazo a las redes sociales para dar fe de opiniones personales.
Punto 2.- «La claridad conceptual y la singularidad de la idea planteada» Después de lo acontecido, lo visto en las redes, las propias explicaciones de los autores y sus propias matizaciones posteriores, lo que queda muy claro es que el concepto no es precisamente lo más claro del proyecto, y segundo, para la RAE entiendo que singular significaría que está fuera de lo común, de lo frecuente, por decirlo en una palabra, original. De ser así y visto lo que nos han dejado del proyecto, y recordar la línea argumental de la falla infantil San Juan de Chirivella en 2014 o Mossen Sorell-Corona de 2016, sería también lógico preguntarse: ¿Qué valoración para el Jurado de Expertos pudo tener en este punto de las bases la propuesta elegida?. En base a lo expuesto hasta la fecha sobre su propuesta y recordando ilustraciones, imágenes turísticas, o fallas como la infantil de Víctor Stolz-Burgos de 2010 realizada por Víctor Valero, nos puede llevar a otras preguntas: ¿Conocía el jurado estos proyectos? De no ser así ¿están capacitados para hablar de proyectos originales en el mundo de las fallas personas que desconocen o ignoran lo que se planta cada año en la ciudad? Lo deseos públicos de Alfredo Ruiz en el muro de Compromís per les falles sobre los integrantes del jurado municipal «Pienso que cuanto más lejos estén los "entendidos en fallas" mucho mejor» con el reconocimiento del propio Giovanni Nardin se hacían realidad este año, y un jurado en el mejor de los casos alejado mayoritariamente del colectivo fallero, interpreta como “original” aquello que de conocer el mundo de las fallas nunca lo hubieran interpretado.
Punto 3.- «La integración de la obra en el espacio público en que debe instalarse». Un término tan ambiguo que mejor preguntar a los autores. La respuesta cuanto menos curiosa “no llevará vallas”. No hay más palabras...
Punto 4.- «La calidad compositiva y espacial» Lo que podríamos entender como la armonía de los elementos a desarrollar, la propia falla en sí, y que sería descrita por los propios artistas como: “En un espacio reinventado entre libros, una biblioteca que no es ya biblioteca, ¿una escultura? ¿Una forma extraña? ¿Qué es?” Si con estas mismas palabras convencieron al jurado, reconozco que realmente eran expertos. Un proyecto sin finalizar según los autores, un trazo, una idea abierta, quedaría expuesta de tal manera que la mayoría de los presentes en la presentación de los proyectos 2017 salieron con la idea de que una cabeza era la falla municipal infantil, por ser lo único que presentaron, negando en la propia presentación el boceto prometido por el concejal en la rueda de prensa de explicación de las bases, y aquello que al parecer esbozaron ante el jurado y que parece ser tenía bastante semejanza con la propuesta citada anteriormente.
Punto 5.- «La facilidad de recorrido, accesibilidad y relación visual desde el exterior». Sólo con leer este punto de las valoraciones ya sobran los motivos tras lo expuesto ¡¡¡recuerden que no lleva vallas!!! yo con esto no sólo acepto barco como animal de compañía, lo acepto si es preciso como mamífero nacido de un barbo y una conífera vía fecundación in vitro.
Punto 6.- «La adecuación entre la obra y su soporte literario» Este punto ya marcaría a buen seguro la diferencia. ¿Qué mejor soporte literario que una estantería de libros? No hubo a buen seguro mejor soporte argumental.
Punto 7.- «La adecuación de los materiales...» Aquello tan manido de una cremà limpia, respetuosa con el medio ambiente, que minimice la emisión de gases contaminantes derivados de materiales químicos de mala combustión. Me imagino que ante este punto tan concreto se presentaría un trabajo concienzudo en el que determinase las virtudes de los materiales a utilizar en el desarrollo del proyecto junto a la explicación técnica de su realización, (Art. 4.2) desbancando al ogro negro del poliestireno extruido al 90% de aire. Como digo no tengo dudas de que estaría perfectamente documentado y analizado por profesionales. No quiero pensar que de no ser así quedara a juicio de quien más humo vendiera, fuera blanco, negro, en gama de grises o en artículos de fotos manipuladas.
Punto 8.- «El uso de recursos que favorezcan la interacción de la obra con el público» Aquí quizás podríamos volver al punto 2. El éxito de Corona y su interacción con los pequeños fue tal que merecería posiblemente ser emulado, aunque si se ha vendido esa interacción o similar, habrá que ver el resultado para valorarla, un hecho que sólo lo conoceremos una vez finalizada.
Punto 9.- «La adecuación del proyecto a los objetivos marcados en la convocatoria» Cumplir por tanto con lo requerido, y a su vez con el objetivo que recordemos eran presentar propuestas que «por sus elementos y tratamiento de temas, tengan un carácter creativo, satírico y artístico» Valoren por tanto ustedes mismos aquello que tuvo que ver el jurado de expertos, incluyendo los requisitos descritos en el punto 4 de las bases.
Estas son las valoraciones de las bases, y mi humilde parecer al respecto, entiendo por tanto como justificadas que existan serías dudas sobre el fallo, dejando en el tintero ciertas preguntas:
- ¿Cumplió este proyecto con las bases publicadas?
- ¿Hubo comprobación previa por parte de la concejalía que los proyectos cumplían con estas bases?
- ¿El jurado se limitó a lo expuesto en las bases para emitir su fallo?
- ¿Por qué no se ha mostrado públicamente el proyecto presentado al jurado y que se debía concretar dos semanas después?
- ¿Nadie pedirá aclaraciones sobre un concurso público?
En 2017 la falla infantil municipal cumplirá su trigésimo aniversario, desconozco si existirá una celebración especial o si sencillamente se ninguneará como hiciera RTVE el pasado ejercicio a pesar del gran convenio firmado, el caso es que la efeméride no empezó al parecer con buen pie.