A semejanza de las clásicas imágenes americanas en la puerta de unos grandes almacenes en el famoso "Black Friday", en Burjassot no habrá un Sears, ni estarán los almacenes Harrods londinenses, pero ni falta que nos hace, la firma de indumentaría Alan supo levantar las mismas expectativas que cualquiera de ellos. Desde anoche, al cierre de sus dependencias en la calle Isabel la Católica 45 de Burjassot, ya tenían fieles clientes que desafiarían a la gélida noche para lograr un de los trajes que desde las 9.30 de la mañana de hoy se pondrían a la venta.
Un centenar de trajes de valenciana, ciento veintiuno exactamente, salían a la venta al módico precio de 100 euros, 200 si son de tela bordada. Una organizada cola dispuesta frente a las dependencias aguarda su turno, mientras en el interior, la gran familia que integran la firma Alan, se esmera en intentar contentar a toda su clientela cuando apenas quedan tres semanas para la semana fallera.
Quizás todavía tienen tiempo, pero no tarden, seguramente en apenas unas horas habrán acabado con las existencias.