Fueron las falleras mayores de Fernando el Católico-Erudito Orellana-Juan de Mena en 2023 y cumplieron así el mayor de sus anhelos. Julia Escrivá Guarro y Ana Martí García vivieron un año muy esperado y lo hicieron junto al consejo y el sello de la firma Eugenia Puertes.
Julia Escrivá Guarro viene de una familia de tradición fallera, tiene 25 años y es farmacéutica. Una de sus mayores aspiraciones se vio hecha realidad cuando fue nombrada fallera mayor de su falla. «He compartido este año con la gente del sector, he tenido el apoyo de mi falla, ha sido muy emocionante».
Julia destaca el apoyo de sus tíos y de su madre en el día a día, aunque reserva un subrayado especial para su novio, «que ha estado al pie del cañón en todo».
Además de la ofrenda, Julia recuerda con emoción la cremà. «La recuerdo con felicidad. Sólo tenía palabras de agradecimiento». Y dentro del conjunto del año, Eugenia Puertes jugó un papel fundamental.
Julia llegó a la firma de Eduardo Puertes e Inmaculada Calap a través de su tío Jorge cuando fue fallera mayor infantil, y hoy son ya de la familia. «Inma para mí es una hermana, confío en ellos». Nos explica que la firma tiene identidad propia, gusto por resaltar la indumentaria más tradicional, todo «con sello».
El traje de la proclamación tuvo un origen muy familiar: «La tela de la falda es de una colcha de mi abuela. Cuando la vio Eduardo no dudó. El corpiño se cosió con una seda que mi tío trajo de Oriente en uno de sus viajes, el delantal salió del traje de comunión de mi madre, y el peinador es de mi madre, de la boda».
El traje de fallera mayor está realizado con una seda San Pablo en color zafiro de Compañía Valenciana de la Seda. «Todo un acierto. En este traje Eduardo e Inma me aconsejaron y me escucharon mucho».
Ana Martí García tiene 9 años y estudia en Escolapias. Viene también de una familia muy fallera, y para ella el año de reinado ha sido «muy divertido, he hecho amigas nuevas, me lo he pasado muy bien y he ido quitándome el miedo a los petardos».
Recuerda con especial cariño la presentación, donde su tía ejerció de mantenedora, la ofrenda y las meriendas de infantiles. En cuando a aficiones, le encanta bailar y el baloncesto, que no cambia por nada.
La relación de la familia de Ana con Eugenia Puertes es de toda la vida, y como subraya Noemí, su madre, prima la cercanía y la familiaridad. «Ellos me cuidan mucho», nos cuenta la pequeña.
De entre los muchos trajes que Eugenia Puertes ha confeccionado para Ana, destaca el de la proclamación, con una falda de seda y un corpiño hecho con la primera falda de valenciana de su madre. También el traje de fallera mayor infantil, donde el papel de Ana fue fundamental. Se trata de una seda aguamarina que encandiló a Ana, quien junto con el apoyo de Eduardo convenció a la madre, dando como resultado un traje perfecto.