Fotos: Serrano i Navalón, Grafía, Ana Piera
Serrano i Navalón cumple este año más de tres lustros de amor y pasión por la artesanía tradicional valenciana. Son, en concreto, 16 años de trayectoria los que avalan la experiencia y el saber hacer de la firma de Ana Navalón y Luis Serrano; un tiempo en el que han vestido a diversas Falleras Mayores de Valencia y cuentan con la satisfacción de una clientela que abarca toda la Comunidad Valenciana, desde Benicarló a Alzira y Dénia. Y un ejemplo son las tres falleras mayores 2024 que presentan en este reportaje, las cuales han confiado en el taller de esta empresa para su año más especial.
Ana Roselló Torrens, fallera mayor de la comisión Fray J. Rodríguez-Pintor Cortina, lleva un traje de manga de farol confeccionado con una seda estrecha de Vives y Marí, el San Valero en fondo picea y oro, combinado con manteletas de fino bordado en oro e hilo de seda en crudo con microlentejuelas en oro. Y sobre tul, mantilla de Hijas de Carmen Esteve. «Este es un sueño cumplido, un camino maravilloso que estamos encantados de haber compartido con ella y su familia, una relación que empezó hace muchos años, cuando ella todavía era una niña, como fallera mayor infantil de su querida comisión», explican.
Irene Burgos Gutiérrez, fallera mayor 2024 de Marqués de Solferí, luce un traje de manga de farol, una seda estrecha de Vives y Marí, de nombre Melania en fondo geranio, un dibujo que la cautivó al instante, y se añade la delicada manteleta bordada en hilo de seda en crudo y oro. Sobre tul, mantilla de Hijas de Carmen Esteve. «La ilusión de Irene siempre ha estado presente en nuestro trabajo, en todos sus trajes, y ha logrado contagiarnos en cada instante de este camino que emprendimos juntos, el de vestirla en su año de fallera mayor, su sueño».
Claudia Salas Roig, fallera mayor infantil 2024 de la falla Xúquer de Sueca, viste en estas páginas dos de sus trajes. «El primero, de manga de farol, es una seda estrecha Santa Nerea, cuyo dibujo y fondo en tono Uva le cautivó al instante, que junto con las elegantes manteletas bordadas en hilo de oro sobre tul mantilla, de Hijas de Carmen Esteve, hicieron de este su traje favorito. El aderezo forma parte de la historia de la familia, y encajó a la perfección en el sueño de Claudia».
El segundo traje es del siglo XVIII, una seda estrecha de nombre Lores en fondo Verde Aqua. «Es un dibujo que ya tenía claro que le gustaba, y para el diseño le confeccionamos un cuerpo envarado con remate ‘colitas de pez’ y mangas acodadas, un clásico diseño de nuestra firma. Se complementó con manteletas combinadas con nippi de seda y tul mantilla, y se bordaron en dos tonos de seda y oro». El aderezo es de la firma Valentia y complementos de Dalmau.