Las cruces estaban realizadas de diferentes materiales, desde globos como era el caso de Segon Tram, arena tintada como la cruz realizada por Antonio Pardo o los ya tradicionales papeles de seda, charol y celofán, además de, cómo no, la flor natural. La cruz presentada por la falla Sant Roc era una cruz accesible, ya que homenajeaba a la Orden del Hospital recogiendo una breve explicación histórica de dicha orden, que también estaba trascrita al braille.
Tres fueron las asociaciones que optaban al Premio Círculo Católico a la Mejor Cruz de Mayo realizada por una asociación o entidad no fallera. El club del minusválido de Torrent, la Asociación de Vecinos de San Cayetano y el Centro Cultural Rociero de Torrent, siendo ésta la ganadora.
En la categoría de fallas, 17 fueron las participantes, que además de ser ingeniosas en formas y materiales también lo suelen ser en los elementos que forman parte de la decoración. Desde el típico patio cordobés realizado por la falla Zaragoza, a la reproducción en miniatura de la Ciudad de las Artes y las Ciencias realizada por la falla El Molí, pasando por la celebración del 800 aniversario de Jaume I, que fue el motivo usado por la Falla Nicolau Andreu. Además, el concurso es el primero del calendario fallero, por lo que además sirve para arrancar el ejercicio en los casales, compartiendo el trabajo de su realización y arrancando la actividad en los mismos.
Flor Natural. Categoría de Fallas.
1º Falla Ramón y Cajal
2º Falla Carrer Toledo
Manualidades. Categoría de Fallas.
1º Falla Avinguda
2º Falla Lope de Rueda
Originalidad. Falla Lope de Rueda
Categoría Asociaciones y Entidades. Premio Círculo Católico.
Centro Cultural Rociero