Las cruces del 2009 son sumamente austeras, sin flores, sin jardines, sin fuentes de agua, únicamente con hojas verdes para recubrir la estructura de una cruz latina sin ninguna concesión al diseño. Éste es el resultado de una situación complicada y es que las fallas también padecen la crisis, una crisis económica pero sobretodo una crisis moral, se sienten abandonadas por un ayuntamiento que, según los falleros, no quiere ver el enorme potencial de las fallas en la ciudad y la repercusión tanto económica como a nivel turístico y de cohesión social que ejercen estos colectivos. La gota que colmó el vaso fue la reducción de la subvención anual que se otorga a las fallas que se vio disminuida en 3000 euros. Los colectivos se enojaron al enterarse de esta decisión municipal por cauces que consideraron distintos a los correctos, es decir por la prensa, y tras el enfado por lo que vieron como un desaire a las fallas y un menosprecio a la labor que éstas llevan a cabo a lo largo de todo el año, decidieron pasar a la acción. Se negoció con el consistorio que no se movió ni un ápice de su postura. Las fallas lo entendieron pero, por otra parte lógico, le comunicaron al ayuntamiento sus decisiones en lo concerniente a recortes ya que la crisis afecta a todos. El resultado de estos rifirrafes está en la calle y cada uno lo juzgará según su opinión de los hechos. Los falleros defienden su postura, el consistorio pidió que recapacitasen y ante la negativa llegó a decir que más valía que no hicieran nada y la calle, los ciudadanos que no conocían esta polémica contemplan atónitos unas cruces que en nada parecen a lo que estaban acostumbrados y quienes ya sabían que esto iba a suceder pues hay opiniones para todos los gustos. En definitiva una fiesta de las Cruces de Mayo diferente pero que esperamos no se vuelva a repetir.

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