El estruendo de las tracas anunciaba a la ciudad la proclamación de las nuevas representantes de las fiestas josefinas.
El alcalde de la ciudad entregó a las nuevas Reinas el pergamino que acreditaba su nombramiento y les impuso la insignia de oro de la Junta Local Fallera.
El mundo fallero allí congregado recibió puesto en pie y con calurosos aplausos a las nuevas Reinas Falleras.
Tras la proclamación de las Reinas llegó el turno de las niñas y jóvenes que componen las cortes de honor y damas de la ciudad, y seguidamente la de las falleras mayores de las diecisiete comisiones falleras de Burriana.
Los últimos en bajar las escaleras del centro de cultura fueron los miembros de la Junta Local Fallera.
El acto de proclamación finalizó con el discurso del alcalde, que animó a las comisiones falleras a trabajar conjuntamente con el Consistorio y la Junta Local Fallera para ampliar los horizontes de la fiesta fallera.
