Acudieron a este multitudinario acto, entre otros, el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el concejal de Fiestas y Cultura Popular, Félix Crespo, que asistió en representación de todos los colectivos y asociaciones festivas, así como la Fallera Mayor de Valencia, Gloria Martínez, que hizo lo propio en nombre de todo el colectivo fallero.
Durante la santa misa, la coral Juan Bautista Comes junto con la Escolania de la Virgen de los Desamparados y los coros de diversos colegios, interpretaron las piezas musicales de compositares valencianos como Romeu y Climent. Al comenzar la eucaristía, sonaron los primeros compases de "Al matí cap a llevant" interpretados por la orquesta del Conservatorio José Iturbi.
El cardenal arzobispo de Valencia, Agustín García Gascó, concelebró la santa misa junto sus obispos auxiliares, así como una decena de obispos de otros tantos países llegados a Valencia para el encuentro de las Familias Inmigrantes con la Mare de Déu dels Desamparats.
Durante la homilía, García Gascó recordó que en este año se cumple el 50 Aniversario de la Escolania de Nuestra Señora de los Desamparados. Los escolanes ayudaron en la celebración desde el altar mayor. Uno de los momentos más emotivos fue cuando uno de ellos cantó el Salmo Responsorial.
Casi a punto de finalizar la eucaristía la lluvia hizo acto de presencia e impidió que Victoria pudiera hacer la oración a la Patrona que compuso el arzobispo Marcelino Olaechea. La Corte de Honor Infantil tampoco pudo realizar la ofrenda floral a la Patrona de los valencianos.
Las intensas lluvias que se produjeron al término de la Missa d'Infants, obligaron a suspender la interpretación del himno de la Coronación de la Virgen, y de los himnos regional valenciano y nacional. A continuación, Victoria y sus doce compañeras se trasladaron a la Casa Vestuario para reponer fuerzas con un desayuno y ver desde sus balcones el Traslado.
A las 10.30 en punto salió la imagen Peregrina de la Basílica escoltada por los Seguidores de la Virgen, vestida con un manto azul de adornos dorados, cubierta con unos plásticos, para hacer el camino hacia la Catedral de donde partiría la procesión general de la tarde. Aunque la puerta más próxima a la Basílica es la de los Apóstoles, la imagen debe entrar por la Puerta de los Hierros, la barroca, de espaldas al altar mayor mirando al pueblo.
Fotos: Jose V. Zaragozá