En un día frío y lluvioso, Marta Agustín y María Berbel serían recibidas por el concejal de Seguridad Ciudadana, Miguel Domínguez, así como por el intendente principal jefe, Andrés Rabadán.
En un número cada vez menor, las comisiones falleras soportaron estoicamente una desapacible tarde, donde las Falleras Mayores de Valencia impusieron los Bunyols honoríficos a los agentes cuya trayectoria y numerosos años de colaboración lo habían merecido.
Primeramente tendría lugar una exhibición de conducción por parte del grupo de agentes motorizados, así como por la Policía Montada. Tras la imposición de recompensas tendría lugar la tradicional visita al museo por parte de las Falleras Mayores y sus cortes. La jornada concluiría con el disparo de la preceptiva mascletà así como la cremà del monumento fallero plantado para la ocasión y que el presente año realizaba una crítica a la violencia de género.