Con un día de adelanto sobre lo previsto, según afirmaba el propio equipo del artista, el cuerpo central del mayor presupuesto fallero de 2009, ya se eleva desafiando al cielo.
El artesano, silbato al cuello, dio la orden de inicio, y tras el asentamiento de la base el pasado domingo, en la mañana de hoy las grúas tomaban la plaza y acometían el proceso más intenso de la plantà.
El equipo de Monterrubio se reforzaba con los trabajadores del taller de Manolo García, con su propio capitán a la cabeza, para afianzar la parte más delicada del proyecto fallero.
En primer lugar sería el cuerpo central de la elegante damisela. En una decisión de última hora, esta parte primordial para la estabilidad del monumento, ha sido reforzada con una prolongación del "sacabuch" original.
Con casi quince metros de estructura metálica, las entrañas de la falla han sido armazonadas con el fin de no arriesgar un milímetro en caso de llegara de nuevo el temible aire. Las citadas vigas alcanzan desde el cuello hasta apenas un metro por encima del terreno.
Colocada ya la cabeza, la seguridad sería aplaudida por el equipo de trabajo, mientras el propio Juan Armiñana mostraba la satisfacción en el rostro, al ver concluido el delicado proceso.
Monterrubio volvería hasta la maqueta, y con semblante relajado, afirmaba que todo estaba saliendo sobre lo previsto, después de dos años estudiando y trabajando sobre el proyecto.
Ensamblada ya esta, Monterrubio nos reconocía que el resto de la plantà no reviste complicación. La altura del taller de Alzira le ha permitido construir los contrarremates de forma integral, llegando esto a la plaza a falta tan sólo de colocarles la cabeza.
Ahora habrá que esperar hasta el día trece para ver como se elevan las tres damas metidas en carnes, estas alcanzan los catorce metros de ancho y se sitúan a más de 20 metros de altura. Mientras tanto las bases y las figuras que rodean el cuerpo central cobraran protagonismo.