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La tarde del día 25 de febrero se despertaba entre desapacible y estable. Las nubes hacían acto de aparición, pero sólo llegaban a mojar el estrado situado frente a las Torres de Serranos minutos antes de la aparición de las cortes de honor y las Falleras Mayores de Valencia; también mojaban a los miles de falleros que desde las seis de la tarde llegaban a las inmediaciones. Las comisiones falleras volvieron a acudir en masa a la cita. Los estandarte y las pancartas se dejaban ver, y los gritos de júbilo y fiesta no cesaron hasta que la Crida de 2007 ya era historia.
Rondando las siete de la tarde se iniciaba una fina lluvia que apaciguó los ánimos de los asistentes durante unos minutos. Pero la fiesta continuaba y las comisiones se agolpaban hasta abarrotar el puente de Serranos.
Veinte minutos antes del comienzo del acto llegaban los coches de l´Antigor que transportaban a las máximas protagonistas de la tarde, las cortes de honor y las Falleras Mayores de Valencia; asimismo llegaba el secretario general, Vicente Fayos, portando en sus manos la caja con la llave de la ciudad.
El vicepresidente Chimo Muñoz era el encargado de recibir a las representantes de la fiesta al pie de las torres. Cabe destacar la llegada de María Díez Benito, quien sufría esta mañana una torcedura de tobillo y acudía al evento con muletas. El último de los coches era el que ocupaban Inmaculada Escudero y Marta Reglero, acompañadas por el concejal de Fiestas y Cultura Popular, Félix Crespo.
Poco rato después daba comienzo el audiovisual de la empresa Mirada Creativa. El cartel de las Fallas de 1929 iniciaba un paseo por las ilustraciones encargadas de anunciar la fiesta a lo largo de las décadas; un periplo basado en proyecciones que quedó bastante destemplado al entrecortarse la música que servía de fondo cuando la narración llegaba al presente ejercicio, instante en el que hacía acto de aparición en el estrado las Falleras Mayores de Valencia junto a la alcaldesa, Rita Barberá, el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, así como la mayor parte de ediles del Consistorio valenciano.
Barberá destacó en sus palabras la grandeza de las Fallas y el papel que la pólvora juega dentro de ellas, destacando su importancia y la petición de que los niños también puedan disfrutar de ella, en clara referencia a la nueva normativa de venta y uso de productos pirotécnicos, que prohíbe a los menores de 12 años la adquisición y empleo de productos pirotécnicos Clase I.
Tras entregar a Marta Reglero las llaves de la ciudad, era la propia Fallera Mayor de Valencia la que tomaba la palabra. Comenzaba la Crida.
Marta Reglero iniciaba su discurso haciendo una exaltación de la luz del fuego, el trabajo de los falleros y el olor de la pólvora, resaltando que "la nostra identitat es fer foc i renovar".
"Tots els dies a les dos en punt, Valencia alçarà la seua veu, greu i poderosa per a cridar a tots a la festa, a vindre a un lloc prop de la mar, que, entre tarongers i marjals, regada pel Túria, s´engradeix dia a dia amb l´esforç dels seus habitants, la seua creativitat, i capacitat de treball", añadía, al tiempo que añadía un nuevo aspecto a resaltar, el viento: "Falles al vent, el vent de l´història, el vent de la marina, el vent de Valencia".
"Hui a les Torres de Serrans, i més endavant a la plaça de l´Ajuntament, amb la veu profunda i brillant de la pòlvora jo, la vostra Fallera Major de València, vos convide a una crida permanent a la festa: la germanor, la tolerància i l´alegria de viure. Així som els valencians", concluía.
Tras la interpretación de los himnos, era la Pirotecnia Valenciana de Llanera de Ranes la encargada de poner el punto y final con un ramillete de fuegos artificiales.
Finalizado el acto, la comitiva oficial se desplazó a la Basílica de la Virgen de los Desamparados para realizar la tradicional ofrenda a la Patrona.
Fotos: Julio Fontán y M.A.Z. Vídeo: Braulio Torralba
