Mientras jugaban, reían y se divertían, los niños escucharon música clásica durante más de una hora. El espectáculo que ofrece Argenta no tiene desperdicio y los niños participan activamente en él. Unos se vistieron con disfraces temáticos de las piezas que sonaban, otros se divirtieron con el juego de las sillas y todos bailaron al ritmo, eso sí, de la música clásica. Incluso los más afortunados tuvieron la ocasión de sustituir al director y ponerse, batuta en mano, al frente de la Unión Musical Santa Cecilia de Castellar-Oliveral, que en esta ocasión era la banda que acompañaba a Argenta.
El concierto para niños es una ocasión inmejorable para que los más pequeños entren en contacto con el arte de la música clásica. En el repertorio no faltaron piezas como la Marcha Radetzky y otras más animadas como el cancán, baile que apareció en París alrededor de 1830. Hasta la Fallera Mayor Infantil de Valencia, Ariadna Galán, y su Corte de Honor no dudaron en bailar al ritmo del famoso cancán a pesar de que iban ataviadas con el traje de valenciana.
La tarde acabó con una sonrisa en los labios de todos los niños y también en los de sus padres, que vieron como los más pequeños habían disfrutado de una actividad cultural sin dejar de jugar.
Fotos: Josep V. Zaragozá