El incremento en el número de actividades programadas en esta gran noche de la Feria de Julio, y la innovación en alguno de los actos, obtuvo su respuesta en el aumento de personas que decidieron salir a la calle y participar de esta iniciativa. Uno de los clásicos, el castillo de fuegos artificiales, congregó a cerca de 20.000 asistentes en las inmediaciones del Paseo Marítimo. Pero donde se vivió una noche diferente fue, sin duda, en el centro de la ciudad.
La zona más céntrica se convirtió en un hervidero de gente que, programación en mano, se desplazaba de un lugar a otro para disfrutar de sus actividades preferidas. Entre ellos, y como uno más, se encontraba el concejal de Fiestas y Cultura Popular, Francisco Lledó, que contempló varios espectáculos y estuvo pendiente de la buena marcha de la noche. La Plaza de la Virgen volvió a ser uno de los escenarios que más público convocó. Unos 10.000 espectadores siguieron, a lo largo de toda la jornada, las actuaciones de las cornetas y tambores, las danzas africanas, rumanas y, sobretodo, el espectáculo del flamenco. Otra de las céntricas plazas de la ciudad, la de la Merced, que este año se incorporaba a este circuito, fue una de las más concurridas. El musical de Grease, los malabares de fuego y el jazz de la Valencia Hot Five hicieron que más de 3.000 personas se pasaran por esta plaza valenciana. Y no cabía nadie más en cada uno de los espectáculos.
Una de las innovaciones de la noche, la proyección de imágenes sobre la fachada del consistorio municipal, también funcionó. Tanto que, si bien el espectáculo estaba programado cada hora, al final se optó por reproducirlo cada 15 minutos. Además fue un reclamo para la entrada al Museo Histórico Municipal, por el que pasaron cerca de 4.000 personas, aunque el récord en lo que a museos se refiere fue para la Lonja, con un total de 5.000 visitantes. La actuación de una orquesta de cuerda y del Coro AAACEMA fomentó la entrada a bello edificio. El Almudín, como siempre, agotó los turnos de visita para toda la noche apenas había transcurrido una hora desde su apertura.
Valencia vivió una gran velada cultural, pero también de diversión. La batucada que recorrió la calle Caballeros y la Plaza del Tossal fue seguida por un gran número de sorprendidos que a esas horas se encontraban disfrutando del ocio que ofrece el barrio del Carmen. Muchos siguieron encantados esta caravana de música, y a sus cuatro espectaculares bailarinas, hasta el interior del mercado medieval, por donde habían pasado cerca de 5.000 personas durante toda la jornada.
Fueron 14 horas de intensa actividad que cerraron más de 2.000 jóvenes, a las tres de la madrugada, en la verbena de la Plaza de los Fueros. La de ayer, sin duda, fue la gran noche de una Feria de Julio que bate récords.
Fotos: J. V. Zaragozá