Algunos talleres de la Ciudad del Artista Fallero han dejado de ser en los últimos años obradores donde se realizaban fallas para cambiar su quehacer diario por otras ocupaciones en diferentes sectores industriales.
En esta ocasión una nave, la que hasta hace poco ocupaba el artista Ramón Espinosa, será destinada al culto religioso. El dueño de la misma la ha alquilado a una congregación, tal y como han confirmado varias fuentes a Actualidad Fallera.
Se da la circunstancia de que otros locales, como el de Francisco Ribes, tienen colgado el cartel de "Se alquila".
El problema estriba en que cuando se construyó la Ciudad del Artista Fallero no se hizo la reserva de actividad. Hay que recordar que en el año 2006 el grupo municipal socialista presentó una moción, que no prosperó, para la realización de unas normas urbanísticas específicas que mantuvieran el ámbito industrial del espacio singular destinado a talleres para la construcción de fallas. La crisis, la situación del mercado actual y la ley de la oferta y la demanda siguen atenazando el estado de indefensión al que se ven sometidas las naves destinadas a un trabajo artesano, único en su especie, ubicadas en el polígono construido en los años cincuenta sobre los terrenos de la Marquesa de Paterna del Campo.